El Real Oviedo vence en campo maldito y completa el mejor encuentro de toda la temporada
07 dic 2019 . Actualizado a las 12:08 h.La victoria ante el Rayo fue un bálsamo. Salir del descenso, un alivio. Quien más, quien menos, sabía que las probabilidades de regresar a los puestos calientes esta jornada eran elevadas. Visita a Santo Domingo. Peor que un dolor de muelas. Una vacuna. La pereza absoluta. Sin embargo, y de manera sorprendente, el Real Oviedo se sintió cómodo en su infierno particular, sin nervios, sin desajustes, sometiendo a su bestia negra. Muchos se frotaron los ojos, se pellizcaron, vivían un sueño del que no querían despertarse.
El 1-3 es real. Lo mismo que los tres puntos que los carbayones se han traído a tierras asturianas y que han creado un colchón con respecto al descenso. Nada definitivo. «No hemos hecho nada». Mensaje que sale del vestuario oviedista y que debe grabarse a fuego en las mentes de todo hincha azul. Este año, pese a los mensajes descorcentantes de Arturo Elías, el objetivo son los 50 puntos. No hay más recorrido.
El encuentro se ganó en cuatro minutos. Los que separaron el tanto de Borja Sánchez y el zarpazo de Yoel Bárcenas. El canterano azul ha dado un paso adelante tras la ausencia de Saúl Berjón. Referente ofensivo del equipo, sabe aparecer donde más se le necesite, ya sea para descargar en banda o para anotar dentro del área. Su crecimiento fulgurante, su personalidad y su baja cláusula de rescisión lo convierten en una pieza apetecible en el próximo mercado de invierno. Francesc Arnau tiene trabajo por delante y muy urgente. Tres millones de euros es casi calderilla en el fútbol de hoy en día.
La victoria de ayer deja muchas buenas noticias que casi es imposible nombrarlas todas. La regularidad de Juanjo Nieto, el paso adelante de Alejandro Arribas, el renacer de Jimmy Suárez, la excelencia continua de Marco Sangalli o el liderazgo de Alfredo Ortuño. Pero si alguien sale bien parado del encuentro de ayer es Javi Rozada, que ha conseguido frenar la crisis de resultados y volver a darle aire al equipo. En su lista de tareas se encuentra ahora prolongar el buen momento lo suficiente para que equipo y afición vivan una Navidad tranquila.
