El mediocentro, jugador de campo con más minutos del cuadro azul hasta su positivo, no pisa El Requexón desde el 17 de diciembre. Se encuentra bien y sin síntomas y podría volver esta misma semana
18 ene 2021 . Actualizado a las 21:58 h.El 28 de diciembre del pasado año, día en el que el Real Oviedo volvía al trabajo en El Requexón tras las vacaciones de Navidad, Borja Sánchez y Edgar González anunciaron en sus redes sociales que habían dado positivo en COVID-19. Comenzaba así una espera que, en el caso del mediocentro catalán, todavía no ha finalizado. De hecho, ayer domingo, Edgar cumplía un mes sin pisar la ciudad deportiva azul.
Desde el momento en el que se enteraron de su positivo, ambos futbolistas fueron aislados en sus domicilios. A pesar de que, según los comunicados publicados, Borja Sánchez sí había tenido síntomas y Edgar no, el ovetense fue el primero en volver a vestirse de corto. El 8 de enero, Borja ya trabajaba en solitario en El Requexón tras dar negativo en dos pruebas PCR. Cuatro días después, el 12 de enero, se ejercitaba junto a sus compañeros a las órdenes de José Ángel Ziganda.
Mientras tanto, Edgar seguía, y sigue, esperando. El mediocentro, propiedad del Betis, se encuentra bien y sin síntomas, pero el negativo no llega. 21 días después de comunicar su positivo en COVID-19, el que hasta entonces era el jugador de campo más utilizado en LaLiga por el Cuco Ziganda no se ha vuelto a vestir de corto en la ciudad deportiva azul. Y decimos hasta entonces porque Juanjo Nieto, tras los 90 minutos completados ante Mallorca y Málaga, ya lo ha superado.
Esta semana, que finalizará con el partido del domingo ante el Logroñés (Las Gaunas, 16:00 horas), podría ser la de su vuelta.
Los casos anteriores
Echando la vista atrás, el caso de Edgar González sorprende porque, además de Borja, ni Carlos Hernández ni Marco Sangalli tuvieron que esperar tanto tiempo. El central y el extremo, positivos en coronavirus al volver de las vacaciones de verano, comenzaron su aislamiento el 14 de agosto, día en el que comenzó la pretemporada del Real Oviedo.
Mientras que Carlos fue asintomático, Sangalli sí tuvo una serie de síntomas. Eso sí, ambos futbolistas, tras dar negativo en los test correspondientes, volvieron a El Requexón el 27 de agosto para trabajar en solitario. 13 días pasaron entre ambas fechas. Después, el jienense tardó 12 días en reincorporarse al trabajo de grupo, mientras que para el donostiarra fueron 14 días. Esa misma semana el Oviedo debutó en Liga ante el Cartagena, partido en el que Sangalli llegó a jugar 20 minutos.
