Así es la denuncia ciudadana por los vertidos fecales de la playa de San Lorenzo

E. G. B. GIJON

GIJÓN

Manchas en la playa de San Lorenzo, en la desembocadura del río Piles. ARCHIVO
Manchas en la playa de San Lorenzo, en la desembocadura del río Piles. ARCHIVO

Los denunciantes consideran, en base a diversos artículos del Código Penal, que los hechos son constitutivos de un delito medioambiental por parte del Ayuntamiento de Gijón

16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fiscalía de Gijón ha abierto diligencias para tramitar la denuncia interpuesta por la vía penal en agosto pasado por un grupo de ciudadanos que consideran que los vertidos fecales de 2018 en la playa de San Lorenzo, así como otros episodios de contaminación en los arenales del concejo, podrían ser constitutivos de un delito medioambiental por parte del Ayuntamiento de Gijón, como «responsable último del medio ambiente en la localidad». Motivo por el que los denunciantes solicitan que se lleven a cabo las diligencias necesarias para esclarecer los hechos y para concretar las posibles responsabilidades penales y civiles.

Para ello, se fundamentan en varios articulados del Código Penal relativos a los delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, sobre residuos tóxicos o peligrosos o sobre la prevaricación medioambiental, entre otros. En la denuncia se ponen de manifiesto varios hechos empezando por que los problemas que se presentaron en las aguas de Gijón en varios episodios del 2018 fueron notorios, «con importantes manchas oscuras y con olor a vertido de varios tipos, de gran extensión, color parduzco e incluso rojizo-cobrizo, que conllevaron la prohibición del baño en la playa de San Lorenzo».

Mancha en la playa de San Lorenzo de Gijón tras las fuertes lluvias
Mancha en la playa de San Lorenzo de Gijón tras las fuertes lluvias

Y que los vertidos se originaron en fallos o problemas con la depuradora del Pisón y/o con problemas en el vaso de tormentas, además de que en otras ocasiones «son de color blanco con origen en detergentes y desperdicios directos de los inodoros». También que las manchas cubrieron gran parte de la bahía gijonesa «con o sin inclemencias meteorológicas» que lo justificasen o agravasen.

En este sentido, se recuerda que en el último fin de semana del pasado mayo se produjo un vertido de aguas fecales «que causaron graves trastornos gastrointestinales e irritaciones cutáneas y en ojos a decenas de personas, que precisaron atención médica con partes contrastados en el hospital de Cabueñes» y que, durante todo el verano, ocurrieron mas incidentes de este tipo, «unidos a los picores y vómitos típicos que suelen darles por ejemplo a los surfistas en la playa de Peñarrubia», de la que sale «un emisario sin depurar y donde los vertidos de color blanco y detergentes son continuos». Algo que también sucede en San Lorenzo al recibir además estos vertidos por el río Piles.

También se pone de manifiesto que, de las muestras tomadas tras el primer vertido fecal, «al parecer se duplicó el máximo permitido de concentración de la bacteria E. coli para considerar el agua apta para el baño: en la escalera 12 se detectaron 960 E. coli». El máximo permitido para considerar apta el agua es 500. «Y eso que las muestras se tomaron un día después, con lo que cabe pensar que los niveles de E. coli llevan mucho tiempo y en muchas ocasiones siendo elevados, pero seguramente se tiene desconocimiento de ello».

No se pasa por alto en la denuncia que en numerosas ocasiones, en la zona oeste de Gijón y, en especial en las playas de Poniente y del Arbeyal, aparecen espumas rojizas-cobrizas «que se originan en vertidos provenientes de la zona industrial. «El descontrol en los orígenes y las causas es total», continúa la denuncia, que también menciona los polvillos que se depositan en ventanas, patios y calles de la zona oeste de Gijon o la aparición de ratas muertas «casi todo el verano en distintos puntos de las playas, con una total dejadez de los operarios que tuvieron que ser avisados por los vecinos».

Por todo esto, los denunciantes consideran que se están produciendo y se llevan produciendo durante mucho tiempo «importantes daños en el medio ambiente, en los ecosistemas de la bahía de Gijón, en sus fondos, en sus pedreros, en sus arenales y en la calidad de sus aguas» y que no solo afecta a la salubridad de las aguas y pone en riesgo la salud pública, sino que además afecta a la imagen turística de la ciudad.

De momento, con la apertura de diligencias y la declaración de testigos de los denunciantes, la Fiscalía ha puesto a disposición de la ciudadanía de Gijón al personal del Seprona y de laboratorios judiciales para analizar los posibles episodios contaminantes que pudieran producirse a lo largo de este año.