Gijón va a impulsar el uso de la bicicleta con zonas 30 y aparcamientos en la calzada

GIJÓN

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Ciclistas, en una calle de Gijón

También se van a resolver problemas en la red de carriles bici como en el Muro, Poniente o la avenida de la Constitución

26 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La concejalía de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Gijón tiene como una de sus prioridades en esta legislatura impulsar la movilidad activa, que es aquella en la que las personas se desplazan principalmente a pie o en bicicleta. Pero sobre todo se quiere dar un fuerte impulso al uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano a través de medidas que, en buena parte, se irán implantando a lo largo del año que viene. 

Pese a que en Gijón la mayoría de los desplazamientos en el casco urbano se realizan caminando, más del 50% según los estudios que se realizaron para hacer un diagnóstico previo del Plan de Movilidad Sostenible y Segura (PIMSS), el uso de la bicicleta como medio de transporte sigue siendo minoritario.

«Queremos que la bici no sea sólo un elemento de ocio», dice el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, en referencia al uso de la bicicleta durante los fines de semana o para circular por los carriles bici. «Ese uso está muy bien, pero queremos integrar la bicicleta como un medio de movilidad más. Que la bici compita en igualdad de condiciones con otros elementos de movilidad que tiene la ciudad. Con los coches por ejemplo», añade.

Pese a que el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad se ha incrementado en estos últimos años, en la concejalía de Movilidad son plenamente conscientes de que darle el impulso que ya tiene en otras ciudades europeas e incluso españolas no solo pasa por mejorar y/o ampliar la red de carriles bici, sino también por pacificar el tráfico en el entramado de calles de Gijón.

«Efectivamente requiere tener una situación mucho más pacificada y en la que andar en bici no sea un peligro», indica Martín, que explica que, aunque el futuro Plan de Movilidad contempla ampliar los carriles bici en 15 kilómetros abarcando todos los distritos de Gijon, equiparar una bicicleta con un coche implica integrarla en la circulación cotidiana y común «de manera que la gente no solo pueda usarla como elemento de ocio sino también que pueda, por ejemplo, ir a su trabajo en bici con unas mínimas condiciones de seguridad».  

Zonas 30 en las calles de sentido único

Fundamentalmente por ello, una de las apuestas del Plan de Movilidad, que también se recoge en la nueva ordenanza que entrará en vigor en el primer trimestre de 2020, es esa pacificación del tráfico rodado de Gijón a través de las zonas 30 que se implantarán en la mayor parte de las calles de la ciudad de sentido único.

«Menos en las grandes avenidas, hay una parte muy importante de las calles de Gijón que van a estar limitadas a una velocidad de 30 kilómetros por hora, otras van a estar limitadas incluso a 20 porque serán plataforma única y habrá otras que serán semipeatonales», explica Martín, que matiza que la implantación de las zonas 30 es una medida que probablemente se desarrollará a lo largo del año que viene. En las grandes avenidas, también se baraja que uno de los carriles tenga limitada su velocidad a 30 kilómetros por hora, tal y como contemplará de hecho la nueva ordenanza de Movilidad.

La pacificación del tráfico, al permitir la convivencia de vehículos y bicicletas, resolvería uno de los obstáculos de los potenciales ciclistas urbanos que sienten cierto respeto a circular por la calzada, aunque la concejalía de Movilidad también contempla pegarle un buen repaso a la red de carriles bici de la ciudad. Sobre todo en aquellas zonas que generan preocupación entre los usuarios de la bici.

Martín menciona, en este sentido, los carriles bici del Muro de San Lorenzo, «que se considera que es demasiado estrecho y en el que, con el nuevo fenómeno de los patinetes eléctricos, se ha intensificado el tráfico»; el de Poniente, «que habrá que sacarlo hacia fuera»; el entronque del de la avenida de la Constitución con la de Schulz o el que pasa por El Llano, «que también puede ofrecer alguna dificultad».

Aparcamientos en la calzada y un sistema público de alquiler de bicis

La idea, en todo caso, es revisar toda la red para mejorarla y, además, compaginarlo con esa pacificación del tráfico en buena parte de las calles de la ciudad. Además, y así se contempla en la ordenanza, está previsto habilitar zonas de aparcamientos para bicicletas y patinetes eléctricos en la propia calzada, en espacios que hoy están reservados para coches. «Vamos a intentar que haya suficientes aparcamientos para bicicletas, no solo del tipo más tradicional como los que ya existen, sino que habilitaremos espacios en la calle, como un elemento más y al igual que se aparca un coche, de manera que tanto los patinetes como las bicis tengan sitios reservados en la propia calzada», indica el concejal de Movilidad, que también explica que se va a intentar regular que el aparcamiento de bicis se realice en las zonas expresamente habilitadas para ellas, permitiéndose aparcar en algunos casos fuera de ellas siempre que en 50 metros a la redonda no existieran aparcabicis.

Otra de las medidas que se están valorando es poner en marcha un sistema público de alquiler bicicletas que dependiera directamente del ayuntamiento, en lugar de establecer un contrato con una empresa como en la actualidad y que incluyera también bicicletas eléctricas.