Tres años sin reconocer los hechos, punto y final al atropello de un amigo en Somió

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Un ramo de flores reposa en el lugar en el que murió atropellado Juan Fombona, en Somió (Gijón).Un ramo de flores reposa en el lugar en el que murió atropellado Juan Fombona, en Somió (Gijón)
Un ramo de flores reposa en el lugar en el que murió atropellado Juan Fombona, en Somió (Gijón)

El acusado ha aceptado con un acuerdo la pena de tres años de prisión pero no entrará en la cárcel

22 feb 2021 . Actualizado a las 12:02 h.

El acusado de causar la muerte de un amigo de 38 años al arrollarlo con su vehículo cuando conducía en estado de ebriedad, en Somió (Gijón), en 2017 ha aceptado tres años de prisión aunque no irá a la cárcel tras un acuerdo entre las partes.

En la vista celebrada este lunes en el Juzgado de lo Penal 3 de Gijón, la acusación particular y la defensa han alcanzado un acuerdo por el que el acusado se enfrenta a dos años de cárcel por homicidio imprudente con la atenuante de reparación de daño y un año por omisión con atenuante de embriaguez por intoxicación.

El acusado, para el que la Fiscalía pedía inicialmente cuatro años de cárcel por homicidio imprudente y que ya ha cumplido cinco meses de prisión preventiva, no ingresará en la cárcel por la rebaja de la pena acordada entre la acusación y la defensa.

Además, se ha abonado una indemnización de 140.800 euros a los padres de la víctima y de 30.800 euros a sus dos hermanos y el acusado ha sido privado durante seis años del permiso de conducir.

Los hechos ocurrieron sobre las 4:15 horas del 2 de diciembre de 2017 cuando el acusado se dirigía a su domicilio tras haber consumido «abundantes bebidas alcohólicas» en un pub de la avenida Dionisio Cifuentes de Gijón y condujo invadiendo el carril contrario pese a que, debido a la ingesta de alcohol, no podía conducir con seguridad.

El escrito de la Fiscalía expone que la víctima, que había estado con el conductor momentos antes en el pub pero se había resistido a ir con él en el vehículo debido a su estado de embriaguez y que se dirigía andando hacia su domicilio en la misma dirección.

Cuando el conductor llegó a la altura del número 275 de la avenida Dionisio Cifuentes no se percató de que la víctima, que también estaba afectada por la ingesta de alcohol, estaba tumbada en mitad de la calzada y, sin realizar maniobra alguna de frenada o cambio de trayectoria, pasó con su vehículo por encima lo que le provocó la muerte.

«Satisfecho no, en la medida de que aquí no hay justicia posible. La pérdida de una vida es irreparable», ha afirmado el abogado de la familia de la víctima, Ángel Bernal, que ha considerado que la familia ha sido «extremadamente generosa».

Además, ha celebrado que, tras tres años sin admitir los hechos, el acusado haya reconocido que «había cometido un homicidio imprudente, un delito contra la seguridad del tráfico y el delito doloso de omisión del deber de socorro»; según recogió EFE.