La compañía que proyecta instalarse en El Musel: «No se incumple ni una sola norma medioambiental»

Marcos Gutiérrez GIJÓN

GIJÓN

Panorámica tomada desde la Campa de Torres del puerto de El Musel de Gijón
Panorámica tomada desde la Campa de Torres del puerto de El Musel de Gijón JLCereijido

La empresa que proyecta una planta de tratamiento de residuos en el puerto insiste en que su tecnología «se basa en un proceso de pirólisis térmica, no contaminante»

18 sep 2023 . Actualizado a las 12:28 h.

Preco, la compañía que proyecta la instalación de una planta de tratamiento de residuos en El Musel, ha querido trasladar a vecinos y entidades de la ciudad que el equipamiento «no incumple ni una sólo norma medio ambiental española ni europea, especialmente exigentes en esta materia» y que su tecnología no genera «combustión de ningún tipo».

«La tecnología que utiliza Preco se aplica en ausencia de oxígeno, por tanto, no hay combustión de ningún tipo. El proceso ni incinera, ni quema plástico, lo degrada mediante calor. Como resultado se obtiene un gas que, sin salir del sistema, se licua para convertirse en biolíquido avanzado con el que volver a producir plástico», explica la compañía.

En este sentido avanzan que «globalmente, la tecnología de Preco es más que neutra en emisiones. Es claramente equilibradora de las mismas. Cada tonelada de plástico que se recupera es una tonelada que no degrada la naturaleza».

Respecto a si existe algún tipo de incompatibilidad entre la instalación de un equipamiento así y la presencia de vecinos en un radio relativamente cercano la firma aclara que «toda la normativa sobre instalaciones depende de las diferentes administraciones, quienes determinan todos los aspectos que tienen que ver con medioambiente. La Unión Europea y España, en particular, tienen un reglamentación especialmente exigente en esta materia».

Recientemente la Coordinadora Ecologista de Asturias señalaba que «la pirólisis, en varias de sus fases, puede producir residuos sólidos o líquidos que pueden ser altamente tóxicos y, como tales, aumentarían la contaminación». Desde la empresa quieren puntualizar que la tecnología de Preco «se basa en un proceso de pirólisis térmica, no contaminante».

Del proceso se obtienen tres elementos: biocarbón «que recuperado para uso industrial es sustitutivo del carbón mineral»; gas de síntesis, «que se queda dentro del propio sistema como fuente térmica para mantener la temperatura» y, por último, biolíquido renovable, «que se utiliza como nueva materia prima con la que fabricar plástico sin necesidad de recurrir petróleo».

La empresa destaca que, «desde el primer momento en que Preco presentó el proyecto en Asturias, febrero de 2021, se ha puesto a disposición tanto de las Administraciones como de cualquier asociación interesada para facilitar cuanta información sea necesaria sobre su planta y tecnología».

Indica que ha informado «con periodicidad sobre el proceso y trámites de implantación con total transparencia» atendiendo todas las demandas de información que ha recibido. Preco insiste en que la compañía ofrece una solución integral «a uno de los mayores problemas de contaminación en el mundo: el plástico usado», el cual solo se recupera en un 30%.

Preco defiende que es «una empresa del sector de economía circular que transforma plásticos usados en biolíquido avanzado, nueva materia prima para volver a producir plástico sin necesidad de recurrir a petróleo». La tecnología empleada por la firma es denominada de residuo cero «porque todos los productos que se derivan del proceso de transformación del plástico se aprovechan».

Emplea una tecnología basada en un proceso de transformación térmica del plástico «que se realiza sin oxígeno. Al no haber oxígeno, no hay combustión». Este proceso, denominado pirolisis, «degrada el plástico usando calor. Ni incinera, ni quema residuos». En esta línea, desde la compañía se asevera que su tecnología «no sólo es neutra en emisiones, sino que es claramente equilibradora de las mismas. Una tonelada de plástico tratada por Preco supone 950 kilos menos de emisiones a la atmósfera».

Además, añaden que «cada tonelada de plástico que se recupera es una tonelada que no degrada la naturaleza porque ni se entierra, ni acaba en el mar, ni es quemada. Además de evitar que se use petróleo para fabricar plástico». Se trata de una tecnología «desarrollada íntegramente en España», y que es «la única disponible en la actualidad para recuperar plásticos sucios presentes en el residuo urbano o industrial que suponen un 50% del residuo enterrado en vertederos».

La firma insiste en que  su procedimiento «ni quema ni incinera» no utiliza «plásticos clorados», sino que «hace un tratamiento selectivo previo de plásticos para evitar la entrada de los denominados clorados». Asimismo, la empresa «no procesa PVC ni derivados». «Preco no incumple ni una sólo norma medio ambiental española ni europea, especialmente exigentes en esta materia», destacan fuentes de la enseña. Desde la empresa concluyen afirmando que no entran «en debates diferentes a los tecnológicos y científicos».