El Chaflán de Gijón reabre sus puertas bajo la dirección de la maestra sidrera Loreto García: «Es el sueño de mi vida»

María Sánchez Condado
María S. Condado REDACCIÓN

GIJÓN

Loreto García frente a la sidrería El Madreñeru en La Pola
Loreto García frente a la sidrería El Madreñeru en La Pola

La icónica sidrería retomará su actividad a mediados de noviembre

30 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace tan solo tres meses se daba a conocer la noticia de que uno de los establecimientos hosteleros más emblemáticos de Gijón bajaba la persiana, en principio, para siempre. Tras 68 años abierto, El Chaflán se despedía de sus clientes más fieles. Lucinda Álvarez y Víctor Fernández colgaban en delantal para empezar una nueva etapa, pero la icónica sidrería de la calle Manuel Llaneza no podía correr este triste final. El Chaflán reabrirá sus puertas y lo hará de la mano de una de las maestras sidreras más reconocidas de la región: Loreto García.

El Chaflán forma parte de la vida de Loreto García desde que era una niña. Allí, con tan solo 10 años, la ahora maestra sidrera pasaba las tardes junto a su hermano y su cuñada. Fue entre aquellas cuatro paredes entre las que se forjó el amor que hoy en día Loreto siente por la sidra. Y aunque ahora tomará las riendas de este emblemático negocio, su historia al frente de una sidrería comenzó hace casi tres décadas en Pola de Siero. «Empecé junto a mi hermana, ella hacía poco que se había quedado viuda y yo estaba sin trabajo. Fue en aquel momento en el que decidimos abrir una sidrería en un local que tenía mi padre», recuerda García. Nació así El Madreñeru, un restaurante familiar que desde el primer momento basó su cocina en los platos caseros. «Mi madre era la que nos hacía las mollejas y nos cocinaba los callos», recuerda Loreto.

Aunque Loreto ya se defendía escanciando sidra, tras la apertura de su negocio, su interés por esta tradicional bebida asturiana continuó creciendo. «Siempre me gustó mucho. Con el paso del tiempo me empecé a interesar por los concursos de escanciado de sidra. Luego, me adentré más en el mundo de la sidra con Segundo, de la barraca de Nava, yendo con él a probar sidras a diferentes lagares, hasta terminar en el 2001 siendo jugadora en los concursos de cata de sidra».

Tras 28 años al frente de la sidrería ubicada en la localidad polesa, a Loreto García se le ha presentado ahora su gran oportunidad: tomar las riendas de El Chaflán. «Mi gran ilusión siempre fue acabar en Gijón» y, ahora, los sueños de la maestra sidrera comienzan a cristalizarse. «Siempre le decía a Víctor que si algún día lo dejaba, yo era la primera en la lista»; y así fue. «Antes de anunciar que se retiraba me lo dijo a mí y me propuso que cogiera yo el local», recuerda Loreto.

Ahora, García, a menos de un mes de comenzar su nueva etapa frente a la sidrería gijonesa, confiesa sentirse «ilusionada y con muchas ganas», pero también «triste». Pues la reapertura de El Chaflán conlleva inevitablemente el cierre de El Madreñeru. «Son 28 años en la Pola con clientes y amigos de siempre, pero la vida da muchas vueltas y yo necesitaba dar un cambio». Por ello, el próximo 19 de octubre, esta El Madreñeru echará el cierre, aunque Loreto recuerda que busca quien coja el traspaso.

Una nueva era para El Chaflán 

El Chaflán reabrirá sus puertas a mediados de noviembre, y en su plantilla se encontrarán algunos de los empleados con los que Loreto García ya trabaja en Pola de Siero. Aunque la sidrería gijonesa se enfrenta ahora a una nueva era, El Chaflán de Lucinda Álvarez y Víctor Fernández seguirá presente. «La decoración será la misma y mi intención es dejar la cocina de El Chaflán como está», confiesa García. En cuanto a la carta, los típicos platos que tanto caracterizan a este restaurante, como la carne a la piedra, las ensaladas, los bocartes a la plancha o el solomillo, también continuarán estando presentes. Aunque el menú incluirá algunas de las especialidades de El Madreñeru. «Me gustaría incluir algún plato de los que tenía en la Pola, como los callos, las mollejas o las carrilleras, sobre todo para los fines de semanas».

Para Loreto García regentar El Chaflán es «el sueño de mi vida», porque Gijón, asegura, «tiene una cultura sidrera que no la hay en Asturias. A nivel de sidrerías, Gijón me apasiona. Da igual dónde esté la sidrería, si la sidra es buena, la gente se mueve de punta a punta y eso es algo que me encanta».

Aunque Loreto se muestra emocionada ante esta nueva etapa, no se olvida de aquellos quienes la han acompañado hasta ahora. «Al final, son 28 años. Dejó muy buenos amigos en la sidrería de la Pola. Solo quiero dar las gracias y, lo que hablamos siempre, esto ha sido posible gracias a clientes, empleados, amigos y vecinos; soy quien soy hoy en día en el mundo de la sidra gracias a ellos y a los lagares y la gente que me ha acompañado en este camino», sentencia García. Ahora, su objetivo es «seguir haciendo las cosas lo mejor posible hasta que llegue la hora de jubilarme».