Ona Carbonell : «He estado cinco meses cocinando hasta las dos de la mañana cada día»

beatriz pallas REDACCIÓN / LA VOZ

INFORMACIÓN

RTVE

«Todos hemos ido a practicar a restaurantes, porque hay pruebas muy duras que si no son imposibles», afirma la ganadora de «MasterChef Celebrity»

27 nov 2018 . Actualizado a las 11:10 h.

Hoy a primera hora Ona Carbonell (Barcelona, 1990) se meterá de nuevo en la piscina para entrenar intensamente, pero ayer se tomó un respiro para celebrar su triunfo como tercera MasterChef Celebrity tras una final que fue seguida por 3.204 millones de espectadores (un 22,7 % de la audiencia). De la cocina gallega aprendió un truco básico: «El marisco, mejor poco hecho».

-Es la segunda medallista olímpica que gana «MasterChef Celebrity». ¿Están hechos de una pasta especial?

-El deporte te prepara muy bien para tu carrera y para la vida, porque tienes que afrontar adversidades y tiene una exigencia muy alta. Nosotras nos pasamos horas y horas repitiendo el mismo movimiento y nunca es perfecto. Esta constancia, este esfuerzo me ayudó mucho en MasterChef, porque era un ámbito que no controlaba y me daba mucho respeto. Cuando me corregían los chefs o no me salía bien una prueba pensaba: «No pasa nada, tengo mejorar».

-De no haber freído nunca un huevo a hacer un menú de tres estrellas. ¿Cómo se pasa de cero a cien tan rápido?

-Con un poco de locura y obsesión. Mi pareja puede decirlo. He estado cinco meses, lo que ha durado el programa y el mes y medio anterior, sin ser persona, cocinando hasta las dos de la mañana cada día, estudiando... Me sé de memoria todos los ingredientes, las salsas, las técnicas, todo. En cuanto me dijeron que entraba llamé a Saúl [Craviotto] y me dijo: «Ya puedes estudiar a muerte y pasarte todas las horas del mundo en un restaurante, donde puedas». Él había estado en un estrella Michelin de Asturias y eso le permitió aprender, porque en una cocina profesional ves millones de emplatados y tienes las máquinas y las técnicas para practicar. Así que lo que hice fue llamar al único chef al que conocía, Jordi [Roca] y estuve mucho allí. También en DSTAgE, con Diego [Guerrero]. Todos nos hemos buscado la vida en restaurantes.

-Hay quien cree que prepararse en El Celler de Can Roca es jugar en cierto modo con ventaja.

-Yo solo los conocía a ellos y me abrieron las puertas. El Celler es más conocido, es el segundo del mundo, pero todos hemos ido a diferentes restaurantes, juntos o por separado, porque hay muchas cosas que si no son imposibles. De hecho en el programa es lo primero que te recomiendan. Por ejemplo fui con Santiago tres veces a DSTAgE a practicar postres que se nos daban fatal.

­-A «MasterChef» hay que ir estudiado de casa.

-En todas las ediciones todos los concursantes practican. En casa no tienes máquina de vacío, ni de baja temperatura, ni sifones, ni ocho mil ingredientes. La nevera de casa da para lo que da. Todo el mundo va porque hay pruebas muy duras. Por mucho que te lo mires en Internet, para deshuesar un pollo o alguien te lo explica bien y practicas veinte veces o no sabes hacerlo.

-¿Qué ha sido lo más difícil?

-Las esferificaciones me han costado, porque es complicado encontrar el punto perfecto de xantana y gluco. Si echas demasiado la capa de fuera es demasiado gruesa y explota poco en la boca y si te quedas corto puede explotar en el plato.

-A Saúl Craviotto, tras tantos años de entrenamiento, muchos lo conocen como «el de 'MasterChef'». ¿Le pasará lo mismo?

-Sí. Primero porque la sincronizada es un deporte emergente poco conocido. Además nosotras vamos con las pinzas en la nariz, la gelatina... y a mí había personas que me conocían, otras que no. Ahora llevo tres meses entrenando todo el día y no he podido experimentarlo mucho, pero las veces que he salido sí que es muy fuerte. Nadie dice «¡ah, la sirena! o ¡la olímpica!» No. Todo el mundo dice: «¡ah, la de MasterChef

-¿Tendrá que ponerse ahora a dieta para el próximo mundial?

-Cuando estás todo el día cocinando, al final no comes tanto, porque ya vas picando de lo que haces. Ahora llevo desde septiembre entrenando a tope y ya estoy en forma, pero tampoco es una dieta muy dura. Con los entrenamientos, los nervios y la presión ya adelgazas. Hay que comer bien y de todo.