Las casetas tradicionales ya han empezado a construir sus espacios para que todo esté a punto para su estreno, este viernes
11 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tres días y las fiestas más importantes de la ciudad de Oviedo quedarán inauguradas. San Mateo se acerca y los chiringuitos no pierden el tiempo. Desde hace unos días se encuentran montando toda la estructura de sus casetas, limpiando a conciencia cada espacio, colocando cada detalle en su lugar, para que este viernes todo esté en las mejores condiciones. Un año más, las populares fiestas llenarán las calles de la ciudad de gente que salta de chiringo en chiringo, de escenario en escenario, en busca de un único objetivo: disfrutar al máximo de una semana llena de actividades.
El Rincón Cubano es quizás uno de estos puestos a los que pocos se resisten a acudir, bien para escuchar los grandes temas de la salsa y el mambo más reivindicativo, bien para probar uno de esos mojitos tan típicos. José Enrique, el encargado, confía en «que venga mucha gente a probar nuestros cócteles cubanos», aunque todo dependerá del tiempo. Opinión compartida por Corujo, al frente del chiringo del Club Ciclista de Colloto: «Que haga buen tiempo es fundamental para crear ambiente». Pero no es lo único, pues también influye el trabajo que cada asociación ejerce para que todo salga a pedir de boca. Así, Corujo señala que «haremos todo lo que se pueda. Estamos a disposición del público».
El espíritu callejero
Las opiniones en cuanto a lo mejor o peor de San Mateo son diversas, pero si tienen un punto común es que el ambiente que se crea en las calles es la mayor seña de identidad. Para el encargado de El Rincón Cubano y su equipo, ese espíritu emana de la cofraternización, «que los amigos se reúnan en torno a los chiringos», cuenta. También así lo considera Celestino Rodríguez, al frente del chiringuito de Los Estudiantes: «Lo mejor es que la gente disfrute y que no ocurran actos que no sean cívicos, como peleas o agresiones machistas».
Para Rodríguez, San Mateo es sinónimo de «felicidad y disfrute sin molestar a los demás». Para José Enrique, las fiestas son mucho más que beber -opinión generalizada, sobre todo entre los más jóvenes-. «En el Rincón Cubano, por ejemplo, ofrecemos un espacio político, internacionalista, que busca concienciar». Por eso, cada año reparten un boletín con información acerca de sus ideales y reivindicaciones. «También se reivindica desde la música que ponemos y la imagen que proyectamos al exterior», explica. Un conjunto que hace que, al final, el espíritu sea lo que transcienda.
Chiringuitos (también) sociales
Frente a la polémica generada con la creación de la plataforma #ChiringuitosSocialesSí, los tradicionales lo tienen claro: ellos también son sociales. Corujo, por ejemplo, asegura que «todo lo que sacamos lo empleamos para que el club de ciclismo subsista a lo largo del año». Si bien, aunque las fiestas suponen una inyección muy importante, no consiguen sufragar todos los gastos. «Hay que trabajar muy duro para conseguirlo», sostiene. Asimismo, Celestino Rodríguez apunta que confían en recaudar lo suficiente para mejorar las celebraciones de Semana Santa, a las que destinan sus beneficios. «Al no tener apoyo municipal tenemos que buscar otros medios que nos proporcionen parte de los ingresos», cuenta. Al igual que Corujo, asegura que la recaudación resultante de las fiestas «no es exagerada pero ayuda».
Fiestas libres de agresiones machistas
El Ayuntamiento de Oviedo pondrá por segundo año consecutivo la campaña contra las agresiones machistas «No es no», donde este año pretenden involucrar a los chiringuitos y a los locales de ocio del Antiguo. En ese sentido, se buscara que los locales del entorno de la fiesta coloquen el cartel de «No es no», además de ayudar al reparto de material, y convertirlo así en un sello de calidad para los espacios nocturnos.