Varias empresas han anunciado inversiones en la ciudad para abrir alojamientos de categorías y precios diferentes
26 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El último gran proyecto hotelero que abrió sus puertas fue el Balneario de Las Caldas, que tras varios cambios en su accionariado parece consolidarse y dejar atrás un periodo de inestabilidad. Corría el año 2012 y a su inauguración le siguió una fase de sequía en el que las iniciativas turísticas de gran envergadura pasaron de largo por la capital de Asturias. Una tendencia que parece revertirse.
Cuando Las Caldas sumó sus habitaciones a la oferta ovetense, el concejo tenía abiertos 74 establecimientos hoteleros, tal y como reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Una cifra que ha caído hasta los 67 que están disponibles en la actualidad, que ofrecen 5.449 plazas. El número de personas que visitan la ciudad y el número de noches que se quedan en Oviedo, no obstante, han aumentado de forma notable.
A lo largo de 2018, pasaron por el concejo 472.018 visitantes de todas las nacionalidades que realizaron 890.597 pernoctaciones en los establecimientos hoteleros ovetenses. 119.619 turistas y 209.204 noches de hotel más que seis años atrás. Un repunte que ha atraído a nuevos inversores.
Entre ellos los impulsores del megaproyecto que se está desarrollando en la antigua parcela de El Vasco, junto a Gascona, y que además de viviendas, zona comercial y un supermercado, incluye también un gran hotel. En este caso, será la cadena Blue, que ya está implantada en Oviedo y Gijón, la que se encargue de poner un funcionamiento un negocio que llevará cuatro estrellas en su fachada.
Tendrá que competir con el establecimiento que se plantea para la plaza de la Catedral. Es allí donde Comamsa, empresa propiedad de la familia Menéndez del Fueyo, beneficiada por la operación que llevó al Ayuntamiento de Oviedo a pagar más de 60 millones de euros por Villa Magdalena, planea abrir un hotel de lujo. Para ello se ha hecho con el Antiguo Hogar del Pensionista San José de Cajastur por un precio que podría rondar los 3,5 millones de euros.
Este último proyecto tendría un cliente potencial distinto al que pretende atraer la cadena BCool cuando aterrice en la ciudad en 2020. Sus previsiones pasan por instalarse en Ciudad Naranco con 35 habitaciones repartidas en 5 plantas. Un hotel de mochileros para una ciudad en la que el auge del Camino Primitivo ha multiplicado el número de peregrinos. La apertura, además, permitirá al negocio un tiempo de rodaje antes de 2021, cuando podrá aprovecharse de la celebración del año jacobeo.
Adiós a La Gruta
Pero no todo son buenas noticias para el sector en Oviedo. A pesar de que los hoteles emplearon a 673 personas en 2018, 94 más que el año anterior, este año se ha despedido La Gruta. Un histórico de la ciudad que no aprovechó la subida de casi 10 puntos del grado de ocupación hotelera que refleja el INE para los últimos 6 años. En la actualidad, permanece cerrado a la espera de inversores. Los problemas económicos pusieron fin a 60 años de trayectoria empresarial y han sacado del circuito turístico 105 habitaciones.
Quienes están llamados a tomar su relevo y revitalizar el sector tendrán que competir también con el auge de los pisos turísticos, que han pegado un buen bocado al negocio hotelero. En los últimos años se ha multiplicado el alquiler por días de viviendas a través de páginas de reservas, lo que ha complicado las cosas a los hoteles tradicionales, a los que se les ha multiplicado la competencia.
Una serie de inconvenientes que no han impedido una suerte de «boom» hotelero en Oviedo, que vuelve a atraer grandes proyectos siete años después de que iniciase su andadura la última gran iniciativa turística que apostó por el concejo.