La Pizarra: Un Sporting perfecto en la primera parte

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Sporting
Sporting LaLiga

Análisis del Eibar - Sporting desde el banquillo

07 dic 2018 . Actualizado a las 16:46 h.

El nuevo entrenador del Real Sporting de Gijón sigue ofreciendo aspectos que invitan a soñar. El equipo no solo no tiró la Copa del Rey, sino que compitió en un estadio siempre complicado y bien pudo ganar al Eibar, pese al empate final por 2-2

Bien es cierto que si en la primera parte, más allá del acierto anotador que dejó en un 0-2 el luminoso, el Sporting leyó a la perfección la eliminatoria a doble partido con un resultado favorable, en la segunda mitad los hombres de José Alberto entraron en barrena y se cayó en el juego de Mendilibar, en lo que acabó siendo un acoso y derribo sin respuesta sportinguista.

El Sporting necesitaba al menos un gol para hacer valer su ventaja y salió a por ello.

La propuesta inicial

José Alberto apostó por un sistema cercano a un 4-4-1-1, ya que Pablo Pérez contaba con ciertas libertades para interpretar su posición en función de las situaciones del partido.

Dani Martín en portería -con paradas importantes-, defensa de cuatro para Molinero, Álex Pérez, Juan y Berto Espeso. Los zagueros sufrieron más de la cuenta, aunque no faltan excusas en su defensa, ya que se trataba de una formación con muchas novedades y carente de minutos de compenetración, además el debutante asturiano vio pronto una tarjeta amarilla y ante la acumulación de hombres en ataque del Eibar, por ejemplo de Cucurella -lateral izquierdo-, las situaciones defensivas aumentaban su complejidad frente a un equipo de Primera desesperado por anotar goles para entrar de lleno en la eliminatoria.

No obstante, en líneas generales se puede decir que cumplieron y a su vez el citado Espeso puso una gran asistencia desde el costado izquierdo en el primer gol del Sporting, demostrando que tiene potencial de crecimiento.

Por delante jugaron en un doble pivote Cofie y Pedro, con el de La Fresneda más caído al flanco diestro. Una vez más volvió a surgir la sensación de que el africano se siente más cómodo jugando como hombre ancla que con un compañero a su vera. Ninguno de los dos estuvo especialmente acertado en la construcción y el control del juego, de hecho Pedro falló casi tantos pases como los que acertó, aunque a nivel defensivo sí mejoró a Cofie con 17 acciones defensivas, 8 más que el africano, que se quedó en 9 intervenciones.

Unos metros más adelantado, como mediapunta y con mucha libertad se encontraba Pablo Pérez, al que se vio por casi todo el terreno de juego, tanto en ataque como en defensa. De hecho, sus números defensivos llegan hasta las 14 acciones, el 95% de ellas en campo propio. El asturiano se dejó el alma sobre el césped y además de su gol tras pase de Robin Lod, también intentó hacer jugar al equipo en campo contrario.

Precisamente el citado Lod fue otro de los nombres propios de la noche. Sin lugar a dudas, pieza clave en la clasificación del Sporting, más allá de su participación en la creación de ambos goles, fue el jugador que más intentó darle sentido al juego del equipo, el que mejor interpretó cuando hacer daño al Eibar y cuando tratar de arriesgar menos la posesión, pese a jugar en zonas de ataque solo falló 6 pases. Además no se escondió en defensa con 14 acciones. También cabe reseñar su tendencia a acercarse a los pivotes más que a ocupar la banda, donde dejaba espacio al desdoblamiento de Espeso.

En el flanco contrario se encontraba Álvaro Jiménez, al que se le hizo largo el partido, aunque dio un salto en su aportación. Lo intentó varias veces por banda, marcó un gol y bajó a defender hasta su área cortando varias jugadas, bien es cierto que le tocó emparejarse con "la más fea", un Cucurella al que no se le podía hacer un marcaje al hombre, ya que se mueve por todo el campo, aún así trató de frenarle. Su pero estuvo más bien en no haber sido una mayor amenaza a la espalda del canterano culé. En la segunda parte se cambió de banda con el finlandés.

Como ariete se estrenó en la titularidad Nick Blackman, que todavía no se encuentra al 100% pendiente de coger ritmo de competición, pero volvió a dar muestras de su calidad, por ejemplo en su participación directa e indirecta en el primer gol sportinguista. Jugó bien para el equipo de espaldas a portería rival, aunque no supo aprovechar bien los espacios a la espalda de la zaga vasca, se esperaba más de él en ese sentido y no remató a portería.

Los cambios

André Sousa por Cofie. Cambio de hombre por hombre, jugó algo más de media hora y no mejoró al africano, aunque aportó piernas frescas.

Pablo Fernández por Pablo Pérez. Un cambio para aprovechar mejor las contras y aportar piernas frescas en la presión. Lo cierto es que pese a jugar casi media hora, su aportación fue nula, no acabó de adaptarse al partido, ni en ataque ni en defensa.

Nacho Méndez por Álvaro Jiménez. Entró al campo en el minuto 76 para ganar posesión de balón, defensa y último pase preciso. Fue el cambio que mejor resultado dio, aunque frenó un 3 contra 1 por no querer arriesgar la posesión.

Balón parado

Bien en defensa y poco que analizar en ataque. Los vascos botaron hasta 11 saques de esquina y no se encajaron goles en ese sentido.

Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico

Notable. A nivel global la nota sería un bien, pero teniendo en cuenta que estamos hablando del Sporting, de la Copa del Rey y de un rival de Primera, la grata sorpresa de no ver al equipo encerrado en su área durante la primera parte de Ipurúa eleva la calificación. Hay mucho margen de mejora por hacer, pero el equipo vuelve a ser competitivo y la afición comienza a verse identificada, tanto con los titulares, como con los hombres menos habituales.