La Pizarra del Sporting: El maestro Marcelino ganó al alumno José Alberto

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Marcelino y José Alberto
Marcelino y José Alberto JOSÉ LUIS CEREIJIDO

Análisis desde el banquillo del Valencia - Sporting

17 ene 2019 . Actualizado a las 00:15 h.

José Alberto cambió de sistema y el Sporting golpeó primero, con una defensa de cinco que el propio Marcelino García Toral reconoció que no se esperaba, ya que el cuadro rojiblanco apenas tuvo tiempo para preparar la eliminatoria y todavía no había utilizado esa táctica con el nuevo técnico de La Fresneda, si bien es cierto que el Sporting B sí la había utilizada esta misma campaña.

Los rojiblancos quisieron sujetar a los puntas visitantes con dos marcadores y un hombre libre, algo que funcionó de maravilla durante la primera parte, pero que posiblemente acabó siendo su tumba a largo plazo en la eliminatoria. Una vez que el Valencia se recompuso en el vestuario y Marcelino incidió en cómo atacar la nueva defensa, los locales olieron sangre y mataron de forma eficiente. La clave, más allá de su calidad, estuvo en el cansancio que eliminó la alta presión sportinguista en la primera línea, lo que hacía que el Valencia subiese el balón rápidamente con sus centrales bajo un acoso y derribo, el cuero volaba en el camino hacia el área rojiblanca; así como los dos contra uno en los flancos para buscar el centro entre la defensa y Dani Martín tras una superioridad numérica hicieron el resto.

La confianza y ambición del Sporting de la primera parte desapareció en la segunda mitad, y con ella cualquier esperanza de pasar a los cuartos de final. La mejor defensa de los rojiblancos habría sido un buen ataque, ya que el Valencia sufría corriendo detrás del balón en su campo y la afición se impacientaba. A su vez, un gol obligaba a los locales a anotar 3 para clasificarse si no querían ir a los penaltis, lo que habría resultado una losa mental de haberse logrado cuando el marcador se encontraba igualado.

A toro pasado todos somos genios de la pizarra y quizá si las molestias físicas de Noblejas, que cumplió como pudo en su cometido, hubiesen obligado a dar entrada a Cris Salvador en el mediocampo cambiando el sistema a un 4-4-1-1, la historia de la eliminatoria podría haberse alterado. O quizá el Sporting habría caído antes, nunca lo sabremos, pero los primeros minutos de la segunda parte fueron la crónica de una muerte anunciada, solo un atrevido disparo de Djuka intimidó al Valencia.

La propuesta inicial

José Alberto apostó por un 5-4-1. Dani Martín en portería, defensa de cinco para Molinero, Juan, Babin, Cordero y Noblejas. El central francés volvió a demostrar jerarquía y un nivel de Primera División, Cordero posiblemente cuajó su encuentro más completo con el primer equipo, muy atento al bloqueo de disparos, incluso salvando un disparo en boca de gol, fue el más activo en los cortes de balón; mientras Juan Rodríguez dio una sensación agridulce; en la primera parte demostró que puede ser un defensa muy expeditivo, rápido y atento, mientras en la segunda se encontró con alguien de mayor agilidad como Santi Mina, que le superó de forma constante. En cuanto a los carrileros, Molinero cumplió en defensa y no se dejó ver en ataque, mientras Noblejas sufrió en los dos contra uno, pero se mostró más a nivel ofensivo.

Por delante, Cofie cumplió en defensa y sufrió cuando le llegaron balones comprometidos -parece que juega mejor como ancla por detrás de dos interiores-, así como Nacho Méndez dejó alguna genialidad con el balón en los pies y no se le vio tanto en defensa. Se echó en falta a alguien que marcase los tiempos del partido por parte rojiblanca, lo intentó en cierto modo Robin Lod, con más experiencia en este tipo de encuentros, pero no fue su noche en su regreso a los terrenos de juego tras una lesión. El internacional por Finlandia todavía debe coger su mejor forma física aunque llegó hasta las 10 acciones defensivas. Por otra parte, Pablo Pérez, sin ser ningún crack, volvió a sostener al equipo en ataque y defensa por su garra y pelea en los balones divididos. Su lesión en el tramo final de la primera parte fue otra de las claves que hicieron desaparecer al Sporting.

Y hablando de desapariciones, toca sacar el nombre de Nick Blackman, que apenas pudo tocar el balón. El jugador estuvo muy solo en ataque y los balones en largo que recibió fueron complicados incluso de pelear.

Los cambios

Traver por Pablo Pérez. Hombre por hombre, pero perfiles muy diferentes. Se añadió a un extremo por la lesión de un mediocampista y se perdió la consistencia, pero no se mejoró el ataque vertical. Su entrada no fijó a los defensas rivales atrás.

Djuka por Blackman. Hombre por hombre, se había perdido la presión en la primera línea y el inglés estaba desconectado del partido. El serbio trató de revolver el partido y sacó una ocasión de gol de la nada. El cambio llegó con el 1-0 en el marcador y quizá se podría haber optado por una vía más ofensiva, dado que encajar otro gol era un mal menor para los asturianos en ese momento.

Pedro por Noblejas. Su entrada para dar oxígeno al equipo llegó con el partido casi muerto y poco pudo hacer ya.

Balón parado

Correctos en defensa, flojos en ataque. El equipo local tuvo oportunidades de hacer daño, aunque el Sporting defendió bien las marcas. A nivel ofensivo poco que reseñar, lo que implica malas noticias.

Nota final para José Alberto y su cuerpo técnico

Aprobado. La propuesta inicial tenía sentido, pero era de esperar que el Valencia fuese a reaccionar y ahí se perdió la batalla, más allá de, obviamente, por las diferencias entre uno y otro conjunto a nivel de calidad. Que el Sporting haya estado clasificado hasta el minuto 65 del segundo encuentro ya es un mérito.

No obstante, se echó en falta esa alegría para buscar la portería contraria que sí se notó en Gijón o Eibar, viendo que el Valencia sufría y que resultaría más sencillo marcar un gol que dejar la portería a cero durante 90 minutos. El aprobado llega por ganar la partida táctica en esa primera mitad, en la que los hombres de Marcelino estuvieron poco cómodos.