Ramírez prueba su octavo sistema en el Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Ramírez y Fuentes
Ramírez y Fuentes Real Sporting

El técnico sigue variando la pizarra

20 mar 2023 . Actualizado a las 21:30 h.

Continúan los cambios en el Real Sporting de Gijón en lo referente al sistema de juego. Su técnico, Miguel Ángel Ramírez, ya adelantaba el día de su presentación que era un entrenador que apostaba por el estudio de su rival y la correspondiente adaptación al planteamiento del mismo, sin casarse tanto con un sistema definido. Por el momento esto sí se está cumpliendo, formando en el partido frente al Burgos con un 1-4-2-3-1 que supone su octava variante hasta el momento en cuanto a dibujo.

Ramírez cumplía en El Plantío su décimo encuentro al frente del banquillo del Sporting en un encuentro para el que se avecinaban cambios. Después del último resultado negativo con el que llegaba el equipo a su cita en tierras burgalesas, y, sobre todo a raíz del bajo rendimiento defensivo del conjunto asturiano, el técnico grancanario dejaba abierta la puerta a nuevos cambios: "Se había logrado en los primeros partidos mejorar en defensa, en no dar ocasiones al rival, hoy hemos concedido mucho más de lo que veníamos concediendo, toca replantearse cosas para volver a la tónica de conceder poco", decía Ramírez tras el partido frente al CD Mirandés.

Dicho y hecho. Ramírez apostó por formar con un 1-4-2-3-1 muy definido que presentó también diversas novedades en el plano individual. Era la primera vez que MAR utilizaba este sistema en su etapa al frente del banquillo rojiblanco y lo hizo con un doble pivote inédito juntando de inicio a José Marsà y Jonathan Varane, adelantó la posición de Pedro Díaz a la mediapunta y ubicó a Cristo González como futbolista más adelantado. Incluso tras los cambios, con varias modificaciones en cuanto a perfiles, el sistema siguió siendo el mismo durante los 90 minutos.

Este ya es el octavo sistema empleado por Ramírez en estos 10 encuentros, aunque de inicio esta cifra se reduce hasta los 5. En un primer momento, el Sporting apostó con un 1-4-3-3 frente a Valencia, Tenerife, Albacete y Mirandés, siendo el dibujo más frecuente en la pizarra de Ramírez. Sin embargo, hay un amplio espacio entre esa primera vez en el duelo de Copa y estos últimos tres encuentros consecutivos con dicha formación, encontrando un punto de inflexión ante el Andorra para romper con los sistemas con 3 centrales, y el citado partido ante el Mirandés. Un caso similar al duelo copero frente al cuadro ché, que le hizo replantearse el dibujo por el mal rendimiento defensivo de aquel día.

Y es que tras la eliminación en el torneo del KO, Ramírez apostó por formar con una línea de 3 centrales de inicio que le permitió mejorar su balance defensivo. El Sporting formó con un 1-3-4-3 en los dos partidos posteriores ante Zaragoza y Málaga, un sistema que repetiría también ante el Huesca, con los extremos muy próximos al punta y un doble pivote en el eje a la altura de los carrileros. Las últimas variaciones, al menos de inicio, se dieron con dos formaciones muy similares, aunque con un matiz relevante; el 1-3-1-4-2 ante el Leganés y el 1-3-4-1-2 frente al Andorra. La principal diferencia entre ambos radicó en la medular, formando con un pivote único -Nacho Martín- en Butarque, el primer día de Cristo como interior, y un doble pivote -Pedro y Zarfino- en el país andorrano, con Cristo ahora más como mediapunta.

Sin embargo, donde más variaciones se han dado ha sido durante los propios partidos. Ya en su primer encuentro ante el Valencia, Ramírez cambió el dibujo por primera vez a una línea de 3 centrales con la entrada de Cali Izquierdoz en lugar de Queipo al descanso, formando con un nítido 1-5-3-2 en fase defensiva (la más habitual en aquel partido). No volvió a modificar el dibujo hasta el día del duelo en Butarque, cuando cambió a un 1-4-4-2 -por primera vez, repitiendo por ejemplo ante el Andorra- para enfrentar a un Leganés con un futbolista menos. Del mismo modo, encontramos una última variante ante el Tenerife, cuando Christian Rivera terminó incrustado entre centrales para formar un nítido y defensivo 1-5-4-1 para aguantar la renta que tenía en el marcador y asegurar la victoria.

Esta última modificación ante el Burgos puede responder meramente al tipo de rival que había al frente, un equipo, el de Julián Calero, tan particular en su forma y plan de juego. Un partido que se esperaba más físico y con presencia de duelos en todo el campo que influyó en la idea de formar un doble pivote con mayor despliegue defensivo. En el próximo encuentro del Sporting, ante una UD Las Palmas también muy particular pero diametralmente opuesta en su forma de jugar al Burgos, es posible que Ramírez cambie la estructura de los rojiblancos de nuevo, aunque aún es pronto para saber si recurrirá a un dibujo ya utilizado con anterioridad o si sumará uno más a su amplia lista.