El asturiano visitó el programa para asesorar la actualización de los trajes regionales, una actividad que fue muy criticada en las redes sociales
21 feb 2019 . Actualizado a las 14:11 h.Maestros de la Costura ha pasado el ecuador del concurso, que cada vez se pone más competitivo y exigente, ya que sus jueces solo buscan la excelencia. En el último programa, los aprendices tuvieron que actualizar trajes regionales de lugares tan dispares de la península como Galicia o Valencia, competición que por cierto, fue muy criticada en redes sociales por las versiones que salieron al intentar modernizar algo tan tradicional. El diseñador asturiano Marcos Luengo acudió a un plató cargado de polémica para asesorar a los concursantes en una prueba nada fácil. Además, en esta ocasión sucedió un hecho insólito en el programa: Nadie fue expulsado debido a que los jueces no pudieron ponerse de acuerdo en su decisión final.
Trajes regionales que debían ser modernizados y versionados para que pudieran ser usados día a día. Así comenzaba Maestros de la Costura, donde sus concursantes lucharon con todas sus armas para conseguir obtener el delantal dorado que les daría la inmunidad esa semana. Un mandil que finalmente ganó Lara, gracias a su esfuerzo y decicación. Para animarles y conseguir que sus confecciones no perdieran su esencia orginal y tradicional acudieron Marcos Luengo, reputado diseñador de Grao y Alicia Cao, ganadora de la primera edición del programa. El asturiano, conocido por todos por sus impresionantes diseños y sus ateliers de Oviedo y Madrid forma parte de la Asociación Creadores de Moda de España, ayudó con sus consejos y su experiencia a los competidores, aunque no pudo evitar que las redes sociales ardieran en críticas por los diseños finales.
Hecho histórico en las últimas pruebas
Después de esta prueba, los concursantes se enfrentaron en el atelier de Adriana Iglesias en el Palacete del Vizconde de Valdesoto. Iglesias decidió hacerse diseñadora de moda con 32 años, especializándose en la confección de ropa en seda 100% natural, uno de los tejidos más complicados que hay en el mercado. Por esta razón, los aprendices tuvieron que confeccionar un vestido de seda con la técnica del moulage, que consiste en diseñar directamente sobre el maniquí y sin patrones, solo con sus herramientas, su imaginación y mucho esfuerzo.
Una prueba que sin duda le sirvió para cargarse de energías para el último reto de la noche en el plató, al que llegó un contenedor lleno de ropa usada para concienciar del consumo responsable y respetuoso con el medio ambiente. Los competidores tuvieron que crear un vestido de cóctel para las influencers Miranda Makaroff y Belén Hostalet. Sin embargo, Amparito e Isabel no supieron dar la talla y ambas se pusieron en peligro. Cualquiera de las dos se podría haber ido a casa de no ser por la indecisión de sus jueces, que no supieron ponerse de acuerdo, lo que supuso un hecho histórico en el programa. No hubo ninguna expulsión y ambas permanecerán en Maestros de la Costura, al menos, hasta el próximo episodio.
