Un bar de Oviedo se vuelve viral con su café y humor para llevar

VIRAL

Mensajes escritos en la pizarra del bar
Mensajes escritos en la pizarra del bar

Un hostelero asturiano triunfa con sus críticas en clave sarcástica sobre las restricciones sanitarias

09 dic 2020 . Actualizado a las 14:16 h.

«Creo que para el 2029 nos van a dejar a abrir, mientras, entra, llévate un café, un pincho o un menú», así es como Eduardo López, propietario de la cafetería Positano, hace frente a las restricciones impuestas por el Gobierno regional. El humor y la solidaridad es la seña de identidad de este hostelero asturiano, quien asegura que para él «es más importante sacar una sonrisa que vender un café. El dinero, al fin y al cabo, va y viene».

López al igual que todos los hosteleros de la región ha sufrido directamente las consecuencias de la pandemia. El cierre del negocio le ha hecho perder mucho dinero, pero él prefiere mirar el lado bueno de las cosas, que siempre lo hay. «Tengo problemas como todo el mundo, pero los demás no tienen por qué sufrirlos. Estar emputecidos no sirve de nada. Tengo mil motivos para despotricar de los políticos, pero sé que no voy a conseguir nada. Lo importante es ser positivo», argumenta.

«Si tengo que dejar la hostelería la dejo y me dedico a cualquier otra cosa. Al fin y al cabo el negocio es pasajero y hay que vivir el día a día. Por ejemplo, antes del cierre trabajaba dieciséis horas diarias, ahora ocho. Me considero un funcionario y esta idea hace que mentalmente me vaya bien. En el caso de que el día de mañana trabaje de camarero para otro local, voy a trabajar menos horas de las habituales. Por tanto, daré palmas con las orejas», añade.

Lo cierto es económicamente esta situación no tiene parte buena, pero el humor se ha convertido en su mejor aliado. Sus clientes están acostumbrados a sus mensajes cargados de ironía en la pizarra de su establecimiento, sobre todo en estos tiempos de pandemia. «No está demostrado que una fabada, el cachopo y arroz con leche puedan con este bicho, pero mientras la OMS lo investiga…» En clave sarcástica y con cierta crítica, así es como anunciaba el pasado domingo el menú en su pizarra.

Una actitud «que no me cuesta dinero», pero que le puede ayudar a diferenciarse de la competencia. Aunque López no lo ve así ya que «quiero que todos los negocios estén abiertos. Porque la gente necesita ir de bares y desconectar», sentencia. El hostelero señala que para el más importante un gesto como el de una señora de Madrid que subastó un café suyo por 58 euros, que la venta como tal. «Debería ser obligatorio sacarle una sonrisa a la gente. Todo iría mucho mejor», añade. 

De momento, el negocio sobrevive con el servicio para llevar que «es la clave» y con esa comunidad que ha creado en las redes sociales. «Mi forma de ser ha captado a mucha gente. Sé que, si algún día necesito algo, los casi 5.000 seguidores de Facebook me van a apoyar. Ya me lo demostraron cuando hice una recogida de material escolar o durante la pandemia, que proporcionaba bizcochos gratis a la gente que más lo necesita. Algunas personas, incluso, hicieron alguno», relata.