La ascensión de este millonario en las encuestas se produce al mismo ritmo que aumenta el odio hacia su persona. Ni el papa Francisco se puede escapar de sus críticas: «Si me entrevistara con él le recordaría que el Estado Islámico quiere asesinarle». No son pocos los contrarios a su forma de pensar, porque lo cierto es que este boxeador de la política siembra enemigos allá por donde va
Israel Remuiñán, A. M.