Más de 700 pacientes han tenido la oportunidad de degustar el menú elaborado por el chef. «Hemos tenido una pequeñísima licencia para poder aportar algo más de magia», asegura el asturiano
30 ene 2018 . Actualizado a las 19:22 h.La cocina del HUCA se ha convertido en un ir y venir de bandejas, platos y potas. Durante esta mañana decenas de personas organizaban la preparación del menú elaborado por el chef Nacho Manzano. Cocina, emplatado y distribución, todo preparado para que esta comida tan especial llegase impecable a cada habitación. Una cadena humana trabajando con energía bajo la atenta mirada del chef que cuidó cada mínimo detalle. El resultado: verdinas con bacalao y pil pil, chamón en su jugo con ñoquis de maíz y espinacas y, de postre, cuajada de apio, agua de manzana y contrastes anisados. Este es el menú especial que 710 de los 920 pacientes del HUCA han tenido la suerte de degustar este mediodía.
Casi un mes de preparación y 16 horas de cocción han sido necesarios para que los pacientes del HUCA pudiesen degustar este menú de dos estrellas Michelín. «Hemos consensuado mucho, dibujando el menú desde hace un mes viendo todas las problemáticas», cuenta Manzano, que no ha estado solo en esta aventura sino que lo ha confeccionado con el asesoramiento del servicio de Endocrinología del propio centro sanitario. «Nos hemos adaptado a lo que ellos comen. Hemos colaborado codo con codo, creando un equipo para alcanzar el éxito», explica. Saludable y accesible para casi todos los pacientes, pero con un toque personal, sobre todo, en el emplatado. Manzano ha querido aportar al menú «un poquito de color», con la intención de robar una sonrisa a quien lo pruebe. «A través de la comida también se obtiene bienestar y nosotros hemos tenido una pequeñísima licencia para poder aportar algo más de magia», asegura el chef.
Con este menú, los pacientes del hospital se han llevado una pequeña sorpresa en un día que Alfonso Pandiello, jefe del servicio de Hostelería del HUCA, califica de festivo. «Es un privilegio tener aquí a un chef de dos estrellas Michelín, en un tipo de restauración hospitalaria no es habitual. Somos mundos muy diferentes». Pandiello asegura que esta jornada gastronómica ha sido una motivación para todo su equipo y recalca que el poder hacer algo tan especial ha incentivado a la gente para demostrar que son capaces de elaborar cualquier otro tipo de menú. No es para menos. El equipo de cocina del hospital ha tenido que superar un importante reto. «Ha sido realmente complejo porque, en la restauración hospitalaria, de cada 100 personas casi el 70 por ciento tienen algún tipo de restricción», asegura.
Los pacientes, los mejores críticos
Ana Rosario Suárez trabaja en la UCI del HUCA pero una fractura de tibia le hizo ingresar hace ya tres días. Del menú de Nacho manzano destaca la preparación de la carne. «La carne está muy buena, es en lo que más noto que sea un menú especial» cuenta. Suárez lleva varios días degustando los menús del hospital y asegura haber estado equivocada con respecto a la cocina de los pacientes. «Como trabajadora he de decir que pensé que se comía peor, no esperaba que me fuese a gustar todo», admite. Eso sí, el menú de Nacho Manzano destaca entre cualquiera de los que haya probado hasta entonces.
Del mismo modo opina Claudia López, ingresada por segunda vez debido a un politrauma por accidente de moto. «He comprobado que está mucho más elaborado pero, igualmente, los menús del hospital me gustan mucho», asegura. López degusta el postre mientras envía fotos del menú a sus hermanos. «'Vaya nivel, dos estrellas Michelín' me ha dicho mi hermana», cuenta.
La cocina del HUCA, de sobresaliente
Nacho Manzano ha aprovechado para destacar el nivel de compromiso del equipo del HUCA con la cocina de calidad. «Aquí me consta que se come muy bien», afirma. Califica al hospital como uno «de bandera» y asegura que todos lo asturianos deberían sentirse muy orgullosos. «Yo el primero. Ha sido muy bueno trabajar con ellos y compartir esta experiencia».