Controladores y médicos ponen en cuestión el modelo de vuelos a ciegas de AENA

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Aeropuerto de Asturias
Aeropuerto de Asturias

Está previsto que en noviembre no haya personal en el aeropuerto para vuelos de emergencias como los de transporte de órganos

17 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía este jueves tres vuelos --dos con destino a Asturias y uno que debía partir del aeropuerto del Principado-- tuvieron que ser cancelados por la niebla; sin embargo, AENA pretende que a partir de noviembre, los vuelos de emergencia como los que atañen al transporte de órganos para trasplantes, se desarrollen a ciegas en el aeródromo asturiano, sin controlados ni equipo en tierra, sin más guía para el piloto que su pericia y los mecanismos automáticos del aparato. Esta iniciativa, que ha sido aprobada por Real Decreto y se está probando en la actualidad en Menorca, ha despertado la preocupación de varios colectivos implicados, desde los profesionales sanitarios a los controladores aéreos.

«Lo que se está enmascarando es la falta de profesionales porque los números no llegan y no hay suficientes controladores», destacó la portavoz del sindicato USCA, Susana Romero. En una escueta valoración del proyecto por parte de la Organización Nacional de Trasplantes se señala que que podrían considerar cambiar horarios o incluso suspender intervenciones si no se garantizan todas las medidas de seguridad; una preocupación que, a juicio de Romero, está justificada. «Lo entiendo y entiendo también que preocupe a los pilotos, porque estos vuelos muchas veces son en avioneta y en Asturias puede haber mal tiempo», destacó la responsable sindical. Romero apuntó que en la actualidad, los controladores prolongan su jornada si es preciso para atender un vuelo de este tipo, y aunque se hayan ido a casa regresan de madrugada si es preciso para guiar a los pilotos.

«El aeropuerto de Asturias no es complicado per se pero por su meteorología se desvían vuelos y no es lo mismo estar guiado en todo momento por un controlador que tiene sus ojos allí». Por transporte de órganos para trasplantes se realizan una media de 24 vuelos anuales desde y hacia Asturias, alrededor de dos al mes aunque en ocasiones pueden llegar a cuatro. «Desde Madrid, cuando llegaran a las proximidades de Asturias se desentenderían, los pilotos siempre deciden pero lo hacen base a la información que dan los controladores».

La responsable de la Organización Nacional de Trasplantes, Dolores Escudero, destacó en todo caso que el programa de vuelos a ciegas aún no se ha implantado en Asturias y que debe ser autorizado por el propio aeropuerto después de estrictos análisis de seguridad que no pone en duda. «En el preámbulo del Real Decreto se insiste mucho en garantizar la seguridad y es algo de sentido común», destacó Escudero quien explicó además que la organización en Asturias no toma parte en las decisiones sobre los vuelos ni la contratación de los aviones por ser una agrupación regional pequeña «y se aprueban a nivel nacional». También insistió en que su aplicación sería «progresiva» y siempre «cumpliendo unos mecanismos de seguridad».

Más crítico se mostró el portavoz del Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), Antonio Matador quien consideró el plan «un auténtico despropósito». Matador resaltó que en el ámbito médico, para los trasplantes como para cualquier urgencia, siempre hay «ua guardia localizada» y en su opinión para el aeropuerto «debería haber un sistema similar».

El portavoz del SIMPA destacó además que aunque los órganos «se conservan bien en frío» se trata de intervenciones que precisan una cierta urgencia y no pueden estar sometidos a más demoras de las necesarias, «se puede poner en peligro una intervención y eso es un problema gordo para los pacientes».

También destacó que el sistema nacional de trasplantes español es «pionero» y una referencia internacional. «Es verdad que es la joya de la corona por lo bien hecho que está y nos parece una barbaridad que pueda menocabarse».