La subida del salario mínimo beneficiará a los trabajos más feminizados

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

Los cálculos estiman que podría afectar a más de 38.000 personas en el Principado fundamentalmente en el sector servicios

21 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los puestos de trabajo más feminizados, muchos de los que padecen mayor precaridad y especialmente en el sector servicios serán los principales beneficiados por la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 900 euros en el preacuerdo para los presupuestos generales del Estado pactado entre el gobierno socialista y Podemos. ¿A cuántas personas afectará este incremento en Asturias? Los cálculos son imprecisos, según el sindicato UGT podrían rondar las 38.000 personas; desde la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), de corte liberal, se apunta que la cobertura en el Principado alcanzaría a un 6,7% de los asalariados. La subida tendrá además unos efectos relevantes en los ingresos del Estado a través de las cotizaciones.

«En Asturias teníamos estimado que un incremento del salario mínimo podría afectar a unos 38.400 trabajadores, y estamos hablando de un número significativo, de más del 14,5% de los asalariados que tenemos en Asturias, que es gente que estaba por debajo de los mil euros», señáló la secretaria de Política Sindical de UGT Asturias, Mar Celemín quien apuntó además que entre los sectores en los que el efecto será más intenso «seguramente sean también en los que estamos teniendo más problemas en la negociación colectiva; el comercio, la hostelería, el sector de la limpieza. Sectores que están en conflicto y que además tienen perfiles muy feminizados, que son mujeres las que están en trabajos de una menor remuneración».

En términos similares se pronunció la responsable de Empleo, Formación y Cultura de CCOO, Úsula Szalata, quien destacó también que la subida se notará más «en el sector servicios, teniendo en cuenta que las tablas salariales que tienen que van muy ajustadas al SMI. Son sectores muy feminizados, donde hay una alta temporalidad y una alta rotación, y donde nos encontramos casos de gente que cobra 60 euros al mes porque está trabajando 40 minutos a la semana». La responsable sindical añadió que «a nivel estatal, según los cálculos nuestros esta subida afectaría a más de un millón de personas, un 1.300.000 y aportaría a la seguridad social 684 millones de cotizaciones».

El salario más frecuente

La media del sueldo en Asturias es de 1.960 euros brutos al mes, según el INE; pero esta cifra se calcula tomando como referencia el salario más alto y más bajo. La Encuesta de Estructura Salarial publicada en 2016 también por el INE destacaba que, en España, el salario más frecuente se situó en 16.497,4 euros brutos al año, es decir, que el sueldo más habitual se quedaba en los 1.178,3 euros mensuales repartidos en 14 pagas. El mileurismo es la norma, no la excepción y, además, con constante pérdidas de poder adquisitivo.

En este sentido, Celemín reivindicó la subida como «una cuestión de justicia social», recordó que a lo largo de la crisis se había propagada la figura del trabajador pobre --que a pesar de contar con un empleo no ganaba lo suficiente para su manutención-- y añadió que «no es casualidad que la tasa de pobreza que hay en España sea cuatro puntos por encima de la media europea y tampoco es casualidad que seamos uno de los países, el tercero después de Rumanía y de Grecia, donde más ha aumentado la desigualdad y la pobreza. Es algo directamente relacionado con la devaluación salarial». Por su parte, Szalata recalcó que «además que más allá de SMI deberíamos entrar en cómo están estructuradas las jornadas laborales, por la cantidad de contratos a tiempo parcial que hay, gente que está trabajando por horas una semana y después está dos meses en su casa».

Los cálculos de FEDEA

El economista asturiano Florentino Felgueroso, firmó junto a Marcel Jansen un estudio titulado «Aumento del salario mínimo: datos para el debate» en el que hace una valoración de cuántas personas beneficiaría la subida del SMI en cada comunidad autónoma. Los hace tomando como referencia el denominado índice de Kaitz, que se obtiene mediante el cociente entre el salario mínimo y el salario medio de la economía.

En su tabla Asturias aparece en una situación intermedia, la subida tendría mucho impacto en comunidades como Canarias, Extremadura y Murcia, y sería menor en los casos de País Vasco, Navarra y Baleares. En su análisis, Felguero y Jansen señalan que la subida del SMI tendrá mayor «entre las ocupaciones menos cualificadas, entre las empresas de nueva creación, que son las que contratan más personas con salario mínimo, y en las pymes y micropymes. Finalmente, los sectores en los que tendrá una mayor incidencia son sobre todo las actividades de servicios, en especial los servicios personales, las actividades de ocio y recreativas, y las actividas administrativas y de servicios auxiliares».

Los autores no se atreven a señalar los efectos a largo plazo de la subida y señalan que «el hecho de que los investigadores en economía laboral no lleguemos a un consenso sobre los efectos del salario mínimo en el mercado de trabajo, y en particular, sobre el empleo, es una prueba evidente de que no es un tema dominado por una determinada ideología liberal, ni otra cualquiera. Los resultados dependen esencialmente, y no sólo, del tamaño relativo de la subida, del momento del ciclo, lugar, y colectivos sobre los que se pretende medir el impacto». Pero a lo largo de esta semana se han sucedido las críticas de los sectores más conservadores que consideren este incremento un castigo para las empresas que tendrá consecuencias negativas sobre el empleo y la productividad.

«Si eso fuera verdad, la evidencia empírica ya nos habría demostrado que este país tendría que tener pleno empleo pero lo cierto es que con unos salarios por debajo de los mil euros, muchísimos por debajo, y a tiempo parcial y con salarios de pobreza laboral tenemos incrementos permanentes en el número de parados y tenemos unas medias de paro que superan todas las medias europeas», ironizó Celemín.

«No entendemos muy bien que la patronal firme unas cosas a nivel estatal y luego no quiere cumplirlas o que monta esta escandalera por una subida que es justa y legítima», señaló Szalata quien señaló que «estamos en la batalla porque se cumpla el acuerdo por el empleo y la negociación colectiva que firmamos antes del verano y donde ya se establecía que el salario mínimo o que nadie trabajase con una nómina por debajo de mil euros. No entendemos ni la cerrazón ni la escandalera sinceramente».