El apagón aéreo de Asturias ya amenaza el verano

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Un avión en un «finger» del Aeropuerto de Asturias, en medio de la lluvia
Un avión en un «finger» del Aeropuerto de Asturias, en medio de la lluvia

Partidos, emigrantes y el sector turístico denuncian el fracaso del concurso de vuelos internacionales y la pérdida irreparable que puede suponer. Pola ha anunciado que el Gobierno «volverá a la carga»

14 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«¿Hasta dónde hay que subir las subvenciones para que esas multinacionales aéreas nos den servicio?». Esa la pregunta que lanza al aire el diputado de Izquierda Unida (IU), Ovidio Zapico, después de conocer el nuevo fracaso del concurso internacional de vuelos. París y Francfort, desierto. Londres tiene una oferta de Vueling pero el Principado ha tenido que darle un plazo extra de tres días para que complete toda la documentación necesaria. Si las alarmas ya habían saltado en otoño con el apagón aéreo, las noticias que se han encadenado desde entonces no hacen más que empeorar. El Gobierno ajustó las bases, incrementó el presupuesto hasta 1,6 millones de euros e inició una ronda de conversaciones con las aerolíneas para tratar de garantizar el éxito de la nueva convocatoria. No parece haber servido para mucho. La concurrencia de compañías ha sido muy escasa, en cambio, las críticas han arreciado desde el minuto cero en el que se supo el resultado. El sector turístico, los grupos políticos de la oposición y colectivo de asturianos en el extranjero reclaman explicaciones urgentes. Se les ha agotado la paciencia y se acaba el margen. El apagón aéreo ya amenaza el verano. 

Las pocas buenas noticias de las últimas semanas han venido, únicamente, de dos compañías: Vueling y Air Europa, y de los operadoras y las agencias de viaje que están montando charters para Semana Santa y el verano, con el objetivo de captar más clientes asturianos. Esto ayuda a solucionar la falta de vuelos solo en una dirección, la de salida. Pero no ayuda ni al retorno de emigrantes ni a la captación de clientes para un mercado turístico asturiano que en este 2018 ha sido más flojo que el de 2017. 

Pocas pistas ha dado el consejero de Economía, Empleo y Turismo, Isaac Pola, sobre qué pasos va a seguir, salvo que seguirá intentando mejorar las conexiones aéreas de la región. Lo ha comentado en un acto oficial celebrado a última hora de la tarde en Gijón. Ha explicado que la prioridad es hacer una composición de lugar y ver toda la oferta directa e indirecta, es decir, con escalas. Luego ha apuntado la necesidad de «mapear la conectividad» y de «volver a la carga». Pola está convencido de que Vueling subsanará los defectos de forma para Londres. Pero se han quedado en el tintero Francfort y París. Ha vendido como noticia positiva algún incremento en la oferta, como la mejora de las frecuencias con Madrid. La propia Vueling, por ejemplo, había anunciado que volaría a la capital británica antes de que se resolviera este concurso.

Las agencias

El presidente de la asociación de agencias independientes (Otava), Íñigo Fernández Ortiz, ha explicado con cierta resignación que el sector «sobrevivirá» a este apagón aéreo. Lo ha dicho después de reconocer que esa falta de ofertas ha sido «sorprendente». Esa sorpresa surge porque Vueling ya ha operado en el pasado París y entonces le era rentable, así que ahora con ayudas lo sería más. Pero también porque la propia Vueling, que pertenece al potente Grupo IAG, para Londres haya incurrido en un defecto de forma.

Entiende, por ejemplo, que Air Europa no haya entrado en París, aunque le interese, «porque siempre que se ha presentado ha salido trasquilada». Tampoco le parece nada raro que Francfort haya quedado desierto. Ha explicado que Lufthansa está pensando en conectar Asturias con Alemania, pero no ahora mismo, porque acaba de aterrizar en Vigo y Pamplona, y porque todavía no ha decidido si es más interesante Francfort o Munich. El tercer factor que aporta Fernández Ortiz es que a Lufthansa no le gustan los concursos de promoción de Gobiernos autonómicos o locales porque le «encorseta demasiado». La aerolínea alemana prefiere trazar su propio mercado.

Este planteamiento le sirve al presidente de Otava para aportar otro razonamiento. Cree que ese modelo de convenios de promoción comienza a estar superado. A Lufthansa no le gustan. Tampoco Air Europa parece demasiado partidaria. Ha planteado que ese sistema de incentivación ha quedado reducido a unas pocas low cost, algunas de las cuales lo están pasando más para seguir operando. Entiende que hay otra serie de aerolíneas, que podrían ser interesantes para Asturias, que vuelven al mercado tradicional, el de la competitividad, la de pagar slots a precios asequibles y sostener rutas con sus propias ventas.

Dicho todo esto entiende dos cosas: que hay que mejorar la conectividad aérea de Asturias pero que no es necesario volverse locos. Pone un ejemplo claro con precios. En las últimas horas ha estado buscando tres billetes para clientes que quieren irse a Londres del 28 de febrero al 3 de marzo. Desde Santander con Ryanair, la tarifa superaba los 1.000 euros. Desde el Principado con escala en Madrid, 870. «Es más incómodo, eso es verdad, pero no nos vamos a quedar en casa», ha concluido.     

Los migrantes

«El Gobierno del PSOE ha demostrado una vez más su incompetencia para solucionar el problema de aislamiento internacional que sufre Asturias», ha señalado Ezequiela Rodríguez, portavoz de la plataforma Stansted Asturias. Rodríguez ha acusado al Principado de originar un problema, desestimar su magnitud y de ignorar las reivindicaciones de la sociedad asturiana. Ha reconocido que nunca confió en que el sistema elegido por el Gobierno resolviera nada, porque el mercado va por otros derroteros. Los hechos solo han confirmado ese mal pálpito.

«Pedimos al Gobierno que no dé otra vuelta de tuerca a costa de lo que sea y que firme ahora a la desesperada, a la carta, a cualquier precio y sin luz ni taquígrafos un contrato para llegar a las elecciones con dos o tres conexiones más», ha reclamado. Lo que quiere es un cambio radical de política. «Se necesita utilizar bisturí, no poner una tirita electoral», argumenta. Eso supone recuperar, al menos, alguna compañía low cost para el Aeropuerto de Asturias que ayude a diversificar la oferta y a modular los precios, porque en la actualidad «los monopolios campan a sus anchas».

Los charters son para este colectivo «una cortina de humo». A ellos no les sirve para nada. «Que los asturianos tengan paquetes vacacionales cerrados para irse de vacaciones en unas fechas concretas, previo paso por una agencia de viajes, no soluciona el problema de fondo», ha indicado.

Los políticos

La reflexión de Ovido Zapico con la que comienza este artículo sostiene la línea argumental de Izquierda Unida. Zapico se pregunta si es justo embarcarse en una carrera sin fin con dinero público para captar vuelos «con las carencias que existen en esta región». Es más bien una pregunta retórica. IU ni está ni ha estado en esa clave y ha pedido explicaciones a la derecha que privatizó Ibera, liberalizó al sector aéreo y ahora empuja a conceder más presupuesto a los concursos de promoción turística para conseguir conexiones aéreas directas. 

IU tiene claro lo que haría. Declararía Obligación de Servicio Público (OSP) los destinos de Madrid y Barcelona, que son estratégicos y de ahí saldrían todas las conexiones internacionales. El resto de las compañías que operen en el Principado lo harían por su cuenta de resultados, sin ningún tipo de inyección extra. «Es imposible contentar a todo el mundo. Unos quieren Stansted y otros a Heathrow. Unos quieren París y otros Francfort», ha explicado Zapico. 

El diputado del PP, Pedro de Rueda, ha señala que en gestión de vuelos ha pasado de un cartel mejorable, al fracaso más absoluto y, ahora en un último escalón, al ridículo. «El Principado nunca se lo ha tomado en serio. Venimos advirtiéndolo desde hace años y ahora se ve la realidad», ha argumentado. Su modelo, el que propugna, es uno mixto con low cost y compañías convencionales, donde se pague solo al principio para abrir rutas y se invierta en una auténtica promoción que fidelice al cliente y haga innecesario seguir pagando. Mira hacia Galicia y no hacia Cantabria. A De Rueda tampoco le gusta depender de una única low cost como Ryanair, lo ve demasiado arriesgado.

¿Por qué se ha llegado a este extremo? El diputado popular cree que asturiano nunca ha tenido un modelo claro en mente y ha llegado muy tarde, cuando todas las compañías tienen ya extendida su red sobre la cornisa cantábrica, con sus vuelos asignados a rutas y nada que ganar. Esto ha dejado al Principado con las tres patas que requiere el aeropuerto rotas. «La de la movilidad de los propios asturianos, la del turismo y también la que necesitan nuestras empresas, señala De Rueda, que insiste que ha preguntado de manera recurrente en la Junta General sobre el tema desde el 2015.

«Ha ocurrido lo que nos temíamos. El Gobierno de la FSA ha vuelto a demostrar su incompetencia para resolver un problema que ellos mismos crearon favoreciendo el monopolio de un grupo de empresas. Estaremos vigilantes ante cualquier movimiento que pretendan llevar adelante sin las mínimas garantías de transparencia en busca de una solución a la desesperada». Lorena Gil, la diputada de Podemos no ha sido mucho más comprensiva que sus colegas en la Cámara. Ha exigido explicaciones y ha rechazado de plano que el Ejecutivo se lance a una carrera loca para conseguir aerolíneas.

Ha atacado otros frentes paralelos, como el de las 5.100 plazas puestas a disposición del Gobierno por el Grupo IAG y Volotea, procedente de los convenios anteriores, de las que no se sabe su uso. «Lo que sí pueden hacer de forma inmediata es no retrasar más el envío del listado con los nombres y apellidos de todas las personas que han viajado haciendo uso de esas plazas. La solicitud de información la realizó Podemos Asturies y el plazo ya se ha incumplido», ha recordado.