Las métodos de secudicción han cambiado. También para aquellos que tienen más de 50 años y muchas ganas de vivir
08 jul 2019 . Actualizado a las 22:51 h.Los viejos y viejas «verdes» ya no existen. Los tiempos han cambiado y los métodos de seducción también. Las aplicaciones para ligar no son solo para millenials, de hecho, son cada vez más habituales entre los teléfonos móviles de la generación silver, es decir, todos aquellos nacidos entre los años 60 y 70. La sexualidad, a la par que el pensamiento, se va transformando incluso entre los más mayores, que, a diferencia del tópico social que afirma que a los hombres maduros les gustan más jóvenes, lo cierto es que la mayoría buscan a una compañera (ya sea de vida o de aventuras) con una edad similar para poder compartir la experiencia que solo los años pueden dar. Es el momento de disfrutar y coquetear derribando barreras, desde la seguridad que aporta la sabiduría. Asturias no se queda atrás, debido a su situación demográfica, cerca de 189.000 hombres solteros de más de 50 años no pierden la esperanza de encontrar el amor. «Hay que recordar que es nuestro derecho, que nos pertenece y es bienestar e incluso salud», afirma Iván Rotella, sexólogo director de Atención Sexológica Asturex.
Desde que el mismo abrió su consulta en Avilés en el año 2003, cada vez son más los silver que acuden buscando mejorar su vida sexual y sentimental, «ahora es muy habitual que vengan hombres mayores de 50 y hasta parejas de setentañeros», añade Rotella y es que hoy en día nadie quiere renunciar a la felicidad solo por una cuestión de edad. Matiza que quizás el vigor no sea el mismo pero los años aportan otras cualidades como la sabiduría erótica, «el cuerpo ya no tiene tantas dependencias genitales y penetrativas, toda la piel es una zona sexual y eso se disfruta». Aquellos nacidos en la generación del baby boom saben lo que no quieren y no se conforman: «Igual todavía no sabes exactamente qué quieres, pero lo que no quieres ya lo tienes claro y eso es crucial, se pierde la ansiedad y las prisas». Se intenta evitar, por lo tanto, esa repetición de guiones en las nuevas relaciones y el mismo perfil de personas. Eso sí, recuerda que por mucho que pase el tiempo la importancia de la protección debería seguir presente ya que las enfermedades de transmisión sexual no entienden de edades.
Se busca una segunda oportunidad
La ley no escrita que dictaba que el amor se terminaba cuando había una separación o una pérdida sigue estando presente, pero ya no se juzga a aquel que no quiere seguirla. «Hay que aprender a vivir las rupturas no como un fracaso, sino como una nueva oportunidad para volver a ser felices. Tenemos derecho a sentirnos queridos y deseados toda la vida», opina el sexólogo. Las imposiciones sociales se van derribando y cada persona tiene más capacidad de decisión sobre su propia vida, «la clave está en darse permisos y no dejarse llevar por las normas que se nos imponían en un formato social que ya solo existe si le dejamos que exista».
Los estereotipos tampoco sirven socialmente, hay que resetear la mente y empezar a abrir el pensamiento, «mi compañera, la sexóloga Ana Fernández Alonso, siempre dice que hay que cambiar expresiones como la de viejos y viejas verdes por la de abuelos y abuelas sexis», explica Rotella. Los hombres maduros, al contrario de la creencia popular, prefieren a mujeres de su misma edad: «Es un estereotipo machista ya que lo lógico es buscar a alguien con el que compartir educaciones y lenguajes similares, que al final es lo que facilita el acercamiento. En todo el avance que supone el empoderamiento femenino, la sororidad, etc, estamos todavía un poco en obras». Las personas de mediana y tercera edad quieren que los entiendan y a quien entender, por eso, el sexólogo opina que se deberían de crear especios para mejorar el encuentro y el diálogo entre los sexos de la forma más igualitaria y placentera posible.
Sin duda una idea que podría llevarse a cabo, ya que el Principado tiene hasta un 4% más de solteros silver que la media nacional. Y en el caso de la totalidad del país, según el INE y de acuerdo con el estudio Love Connection, elaborado por TNS para Ourtime, las personas sin pareja superan los seis millones. El 44% busca el amor después de una separación, un divorcio o una pérdida y un 27% utiliza una aplicación para encontrarlo.
Aplicaciones especializadas
Los babyboomers no son nativos digitales, por lo que pueden no estar tan familiarizados con ciertas aplicaciones como las nuevas generaciones, entre los más mayores los métodos de ligoteo suelen ser más clásicos, «estas situaciones se producen en los viajes del Imserso, los bailes y las clásicas fiestas de prao», puntualiza Rotella. Si bien es verdad que cada vez son más los asturianos en la franja entre los 50 y 60 años que utilizan servicios web especializados en citas como Ourtime o Stich. La tecnología también puede ser un arma de seducción y son conscientes de ello.
El australiano Andrew Downling creó Stitch, una app que, según sus propias palabras se diferencia de Tindr (la aplicación juvenil para conocer gente), en que sus usuarios encontrarán compañía, no una diversión para solo una noche. En el caso de la app Ourtime (nuestro tiempo) está diseñada para brindar la oportunidad de conocer a alguien especial con el que compartir buenos momentos. «A estas alturas ya sabes lo que es más importante para ti en una pareja y lo que no. Estaremos a tu lado durante todo tu viaje mientras encuentras pareja, para que puedas conectar con otros solteros y solteras interesantes mayores de 50 años», afirman los creadores de esta iniciativa que surgió de la necesidad de visibilizar a los solteros maduros más exclusivos. Dispone de un chat, red mundial de contactos y servicios personalizados como eventos locales.
