El caos de Feve visto desde los ojos de un empleado

Carmen Liedo REDACCIÓN

ASTURIAS

Cercanías Asturias
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Cándido Alonso, trabajador de mantenimiento, denuncia falta de personal y de repuestos para que las líneas funcionen correctamente

20 jul 2019 . Actualizado a las 10:44 h.

Averías, retrasos, cancelaciones, viajeros que viajan gratis por falta de interventores, deficiente mantenimiento, escasez de personal… en definitiva, un caótico servicio ferroviario es lo que presta Feve en Asturias. De ello se quejan habitualmente los usuarios de las diferentes líneas y lo confirma Cándido Alonso, un trabajador del operador desde hace 41 años que, además, es concejal en el Ayuntamiento de Soto del Barco, por lo que su protesta por «el mal servicio» la hace como empleado y como representante municipal. En todo caso, no entiende que los representantes políticos tanto del Principado como de los ayuntamientos sean tan permisivos con lo que está pasando con Feve y critica que no salgan a defender un ferrocarril del que depende en buena medida la zona rural de Asturias.

En opinión de Alonso, desde que Feve se integró en Adif las líneas van de mal en peor, con lo que no descarta que «le estén dando la puntilla» para dejar morir este servicio en el que, asegura, se hace un escaso mantenimiento. «Estamos dejando a la gente en tierra porque faltan repuestos para hacer las reparaciones, pero nadie les informa, allí se quedan», dice apesadumbrado este trabajador, que recuerda que «este servicio lo paga la gente con sus impuestos». Así, insta a los responsables de su gestión a que «si no lo hacen bien, si no son capaces, que dimitan, que se vayan para sus casas porque lo van a acabar cerrando».

¿Y qué pasaría si el servicio ferroviario de Feve desapareciera? Pues a su entender, que la mitad de los pueblos de Asturias quedarían desconectados, sobre todo en las alas de la región, oriente y occidente, donde las frecuencias y los horarios ya no son ninguna maravilla ahora. «Hace años conseguimos un apeadero donde el hospital de Arriondas, pero el hándicap es que sólo hay trenes tres veces al día», explica Cándido Alonso, que añade que en el Occidente «es lamentable el servicio que damos» y que nadie tiene en cuenta que en estas zonas donde vive mucha gente mayor, las pensiones son pequeñas y no permiten pagar otro tipo de trasportes.

«¿Qué es lo que están haciendo? ¿por qué están denigrando tanto el servicio?» se pregunta este trabajador de Feve, que considera que se está dejando morir para dejárselo a una de la compañía de transporte por carretera más potente de la región.

Pero Alonso no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados y anuncia que ha promovido una reunión con los responsables políticos de varios ayuntamientos por los que discurre Feve para tomar medidas ante la dejadez a la que se está sometiendo a un servicio ferroviario que afirma «puede dar un servicio muy bueno» si realmente se apuesta por él, algo que no se ha hecho, a tenor de sus palabras, hasta el momento. «En Feve en los últimos 40 años se ha gastado dinero, no se ha invertido», comenta el mismo. Pone como ejemplo que se decidiera colocar tornos en muchas estaciones para eliminar personal, pero el resultado es que la falta de interventores o revisores conlleva que mucha gente que se sube en los apeaderos y viaja gratis. «La culpa no es de los viajeros, pero la realidad es que no tienen billete y tampoco seguro», señala Alonso, que estima que más del 40% de los usuarios viajan gratis, lo que tiene como consecuencia un descenso de las cifras de viajeros.

Pero si algo cabrea a este trabajador es que hace unos días se hayan presentado los trenes turísticos de Renfe «cuando no está atendido el día a día de Feve ¿no es una vergüenza? Porque a los usuarios se les está prestando un servicio nefasto y tienen esa osadía de presentar trenes turísticos», reprocha de forma previa a precisar que «mientras hay gente que va al médico, estudiantes o trabajadores que no pueden fiarse del servicio porque es muy posible que se queden tirados en un apeadero. Lamentable», apostilla. Como guinda explica como en muchas ocasiones se retrasa el servicio de una línea de Feve «para que pase el Transcantábrico» o la apuesta que se hace por «los trenes folixa», como los que se fletan para el Festival de la Sidra de Nava, para las Piragüas o para el Xiringüelu. «El día a día no son capaces de organizarlos y ponen todos estos trenes. Es triste y lamentable».

Cándido Alonso invita a los representantes políticos del Principado a expresar su opinión sobre esto en la reunión que ha convocado con los Ayuntamientos. «Le pediría a Adrián Barbón que tome nota de la actuación de Vara (Guillermo Fernández Vara, presidente de la comunidad autónoma) en Extremadura, que se puso al frente de la pancarta», porque le advierte que «si no se lo toman en serio, van a hundir el servicio de Feve con la corresponsabilidad de los políticos».

En concreto, asegura que en el concejo de Soto del Barco están «muy indignados» con el funcionamiento que está teniendo Feve en los últimos tiempos porque «somos perjudicados» por un servicio que «no tiene ninguna fiabilidad: en trayectos de 20 minutos se acumulan retrasos de otros 20».

Denuncia de la UCE ante la Fiscalía

Justamente, la Unión de Consumidores de Asturias (UCE) ha anunciado que presentará una denuncia ante la Fiscalía en los próximos días para pedir la protección de los derechos de los usuarios de Feve. Desde este colectivo se hace referencia también a que los trenes de la compañía sufren cada día cancelaciones y que son miles los usuarios que sufren las consecuencias ya que, según ha manifiesta el presidente de la UCE, Dacio Alonso, «se ofrecen unos itinerarios que no pueden cumplir». La asociación ha asegurado que la Fiscalía tiene la obligación de amparar los derechos de los usuarios, indefensos ante el comportamiento de una empresa pública que incumple sistemáticamente sus obligaciones como servicio público. Alonso ha declarado que la asociación tiene constancia de líneas en activo que, por la dejación de la situación, los usuarios no pagan el billete.