Guía para evitar que los osos se alimenten de nuestra basura

La Voz

ASTURIAS

Un oso en una colmena
Un oso en una colmena

La Fundación propone en un estudio una serie de medidas para evitar futuros conflictos con los desperdicios

17 oct 2019 . Actualizado a las 11:13 h.

Todavía no es un problema pero hay que prevenir posibles conflictos. La relación entre los osos y la basura generada en los pueblos o por los turistas se ha convertido en un auténtico problema en algunas partes del mundo. En la cordillera cantábrica, por el momento, está bajo control pero han comenzado a registrarse casos aislados. El pasado 7 de septiembre unos vecinos de Villablino grabaron a un ejemplar rebuscando en un contenedos situado en un polígono industrial. Continuó durante varios minutos con su tarea mientras varias personas le seguían con una cámara a unos 200 metros. Esa es la razón por la que la Fundación Oso Pardo (FOP) ha elaborado una serie de recomendaciones para aplicar en zonas con población osera. Esos consejos van desde recoger la basura de manera frecuente a ubicar los contenedores en puntos bien iluminados o cerrar aquellos que se encuentren en merenderos o zonas de recreo más apartadas.

Esta especie de guía para evitar que los osos acudan a la basura es la conclusión de un trabajo realizado por la FOP con la colaboración de dos ayuntamientos, el de Villablino (León) y el de Somiedo (Asturias), bajo el paraguas del Ministerio para la Transición Ecológica y el apoyo de Ecoembes, dentro del proyecto Libera. La investigación se ha dividido en dos fases. La primera ha sido teórica y ha consistido en revisar casos curridos en todo el mundo. La segunda ha consistido en una labor de campo, sobre el terreno, en los dos concejos señalados. Su principal conclusión es que los residuos están, en general, bien gestionados, pero aun así los osos tienen numerosas oportunidades de acceder a contenedores situados en lugares apartados, merenderos y pueblos poco habitados.

La FOP considera que los osos tanto en España como en Asturias no están habituados a alimentares con basura y a rebuscar en os contenedores. Sí que tiene constancia de que hay animales se alimentan de árboles frutales próximos a viviendas e, incluso, del pienso de los terneros o de los perros. Pero el estudio de la Fundación indica que esto ocurre de manera «esporádica» y que son disuadidos por los habitantes de los pueblos. Además, el informe no pretende generar alarma. Indica que en todas las poblaciones oseras del mundo se han encontrado ejemplares que buscan alimento fácil entre los residuos generados por los humanos. Eso es lo que ocurrió el 7 de septiembre en Villablino. Entonces, la Junta de Castilla y León procedió a retirar el contenedor y estableció un dispositivo de vigilancia. El animal no regresó.

No es un problema pero es mejor adoptar medidas. Eso concluye la investigación, titulada Osos y basuras en la cordillera cantábrica. Anticipando nuevos retos. Así que va un paso más allás del análisis de situación y propone una serie de actuaciones.  

La primera medida a adoptar por las autoridades consiste en «recoger la basura de forma frecuente para que los contenedores no rebosen». Hay que ser especialmente cuidadoso en verano, en las zonas de montaña, ya que es la época del años en el que la población se multiplica. Además, los contenedores deberían instalarse en puntos bien iluminados de noche, por ejemplo junto a farolas, y preferiblemente al lado de viviendas habituales. «Es poco costoso y puede ser muy útil». Los autores también recomienda el uso de cubrecontenedores, con o sin tejadillo, para evitar que los vuelque el viento. En paralelo, reducen la accesibilidad de los osos y otros animales.

«Los pueblos de estructura alargada o con viviendas dispersas y casas aisladas son más susceptibles de tener problemas con la basura que los pueblos compactos o de estructura circular, por lo que en estos casos se debe tener especial cuidado para prevenir el acceso de los osos a la basura», explican los autores. La estructura urbanística es pues un factor a tener en cuenta.

Ya fuera de los pueblos, los contenedores ubicados en zonas de recreo, merenderos o aparcamientos alejados de núcleos rurales deberían cerrarse temporalmente cuando se sospeche que hay osos. La Fundación explica que, aunque en otros lugares del mundo se utilizan contenedores a prueba de osos, «su uso no resuelve todos los problemas pues requiere cambios normativos y adaptar los camiones de recogida». «Lo mejor es tomar las medidas preventivas suficientes como para no tener que recurrir a estos contenedores», concluye.

Si todas estas medidas no surten efecto y se comienzan a encontrar osos atraídos por la basura o por otros alimentos, entonces esta investigación recomienda que comience a aplicarse el protocolo de intervención con osos, aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, el 24 de enero de 2019.