Los economistas cuelan a Asturias entre las regiones con unos impuestos más altos

La Voz

ASTURIAS

Un informe sobre fiscalidad critica la «jungla» que se ha creado con los tributos propios de cada comunidad y aboga por la armonización territorial

05 mar 2020 . Actualizado a las 19:04 h.

Asturias, junto con Cataluña, la Comunidad Valenciana y Extremadura, es la comunidad con los tributos más elevados. En el lado contrario de la balancza se encuentran Murcia y Madrid. En cambio, si lo que se analiza es dónde se ha incrementado más lapresión impositiva, entonces el ránking está liderado por Cataluña, Canarias y La Rioja. Así se desprende el Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2020, un informe presentado por el Registro de Asesores Fiscales (REAF) del Consejo General de Economistas (CGE), que como novedad este año recoge también por primera vez un análisis sobre la fiscalidad foral.

El estudio refleja un aumento generalizado de los impuestos en comunidades como Canarias, Cataluña o La Rioja, frente a las bajadas aprobadas en regiones como Andalucía o Murcia, aunque depende de los tributos. Así, en IRPF un contribuyente soltero y sin hijos de menos de 65 años, con rentas inferiores a 16.000 euros, pagaría más por este tributo en País Vaco, mientras que donde menos tendría que pagar sería en Madrid y La Rioja. En rentas medias el IRPF más alto se registra en Cataluña y Navarra, mientras que las rentas de más de 220.000 euros pagaría el mayor montante en Navarra y menos en Madrid. Asimismo, en Patrimonio se llega a registrar una diferencia de 418.000 euros en el tributo que tendría que pagar un contribuyente con 15 millones de patrimonio en Extremadura, la región con el impuesto más alto, y Madrid, en donde no se paga por dicho tributo.

En lo que respecta a Sucesiones y Donaciones, el REAF-CGE explica que se ha establecido una clara competencia territorial a la baja, y este año se incrementa en Canarias (suprime bonificación general del 99,9% para el cónyuge, ascendientes y descendientes mayores de 21 años), Cataluña y La Rioja (fija deducciones del 50% solo a partir de 400.000 euros), mientras que Galicia incrementa la reducción para el grupo II de 400.000 euros a otra de un millón de euros. De esta forma, cogiendo un ejemplo de un contribuyente soltero menor de 30 años que hereda bienes de su padre por valor de 800.000 euros, en Andalucía, Cantabria y Galicia no pagaría nada, mientras que en Asturias abonaría 103.135 euros. Concretamente en Donaciones, en Castilla y León y Extremadura pagaría más de 200.000 euros, frente al no pago en Cantabria o los apenas 2.000 euros de Madrid o Murcia.

En cuanto al impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (AJD), Baleares sube el tipo en el segundo caso del 1,2% al 1,5%. En el caso de la transmisión de un inmueble no destinado a vivienda de 450.000 euros, se pagarían 45.000 euros por Transmisiones Patrimoniales en Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, mientras que solo 27.000 en Madrid y Navarra. En AJD, en Murcia se abonarían 9.000 euros, mientras que en Navarra y País Vasco 2.250 euros.

La locura de los impuestos propios

El presidente del CGE, Valentín Pich, y del REAF, Jesús Sanmartín, han denunciado la «auténtica jungla y la locura» que suponen los impuestos propios de las comunidades, con 70 actualmente en vigor, la mayor parte de ellos relacionados con la protección del medioambiente, informa Europa Press.

Los impuestos propios de las comunidades recaudaron en su conjunto en 2018 solo el 2,1% del total de ingresos tributarios de las autonomías, hasta los 2.364 millones de euros. Por ello, los fiscalistas y economistas ven conveniente contar con un patrón común para el establecimiento de tributos que gravan el mismo hecho imponible, ya que cada región establece el impuesto de un modo diferente y en muchos casos acaba haciendo tributar el mismo hecho imponible. Sanmartín ha abogado por una «armonización» de los tributos propios.

De igual forma, los economistas creen que debería fijarse la obligatoriedad de que, antes de crear un impuesto, se realice un análisis del coste-beneficio, ya que en algunos casos los costes de su establecimiento, gestión y litigios superan la recaudación, en un contexto en el que se ha reducido la creación, aunque Galicia ha creado uno a los inmuebles abandonados y Cataluña prepara cuatro nuevos tributos. Según han explicado los expertos del REAF-CGE, algunos de estos impuestos tienen difícil encaje constitucional. Por ello, Pich aboga por una ordenación de los tributos propios de forma «ordenada y eficiente» y propone delimitar los impuestos ambientales más importantes, cediendo la recaudación a las regiones y en algunos casos incluso «cierta capacidad normativa».

El presidente del CGE ve «inaplazable» la reforma de la financiación autonómica. No obstante, sobre la armonización que prevé implantar el Gobierno, ha apuntado que en estados tan descentralizados como España es normal que haya conflictos entre las administraciones, pero cree que los «gobiernos federados deben tener libertad para adaptarse y debe haber una competencia fiscal lo más transparente posible, que complique lo mínimo la vida al contribuyente y a la economía».

En este sentido, ha resaltado que la Comunidad de Madrid ha realizado una apuesta fiscal «muy competitiva y parece que le está yendo bien», tras haber mantenido el modelo durante mucho tiempo, algo que considera que tiene «mucho mérito». «Igualar por abajo no es bueno», piensan los economistas, que reivindican un sistema "lo más comprensible posible" y una plataforma de notificación a los contribuyentes homóloga entre administraciones y territorios. De igual forma, Sanmartín ha abogado por reflexionar si tiene sentido que existan los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y la modalidad de AJD en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales. Pich ve «extraño» el Impuesto de Patrimonio y para Sucesiones apuesta por avanzar hacia tipos reducidos y simplificados, así como por su armonización.