Trabajadores del HUCA viviendo en un hotel: «No nos renuevan la estancia»

la voz REDACCIÓN

ASTURIAS

El HUCA
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Una auxiliar y un trabajador de mantenimiento del hospital, que ya estaban residiendo en uno de los hoteles critican la mala gestión de Prevención de Riesgos Laborales

27 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

José García trabaja en mantenimiento del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y vio necesario pedir una plaza en el hotel Exe de Oviedo. García vive en Mieres con su mujer, que pertenece al grupo de riesgo tras ser trasplantada renal, ser inmunodeprimida y padecer diabetes. Por ello, decidieron que lo mejor era intentar conseguir que José García, aun consciente de no estar en la primera línea pero sí poder contagiarse porque trabaja por todo el hospital, solicitara una habitación en el hotel. Ahora, después de 28 días en el hotel, le dicen que no puede solicitarla más porque no entra en el grupo de beneficiarios de este servicio. Cristina Alonso trabaja de auxiliar en el HUCA, y tras su primera quincena, tampoco le renuevan la estancia. «¿Por qué no nos renuevan? La mala gestión es de Prevención de Riesgos Laborales», explica.

El mismo día que José García vio la noticia de que varios hoteles se convertían en servicios esenciales, empezó a preguntar en Prevención de Riesgos Laborales. No fue hasta pasados tres días cuando llamó por teléfono, le preguntaron de qué trabajaba y si andaba por todo el hospital. Le pidieron el nombre, el DNI y algunos datos, para consultarlo. Un rato más tarde le llamaron y le dieron el visto bueno para trasladarse al hotel. «En ningún momento me pidieron que presentase algo que justificara el motivo de la petición», explica. Le dijeron que le entregarían un papel para que llevara a Gerencia.

Ese mismo día fue a recogerlo y lo presentó. La secretaria firmó el escrito y le pusieron el sello. Con el «sí» en la mano, decidió irse ya al día siguiente, 27 de marzo, al hotel, a pesar de tener unos días de descanso, por miedo, «porque nunca sabes si lo tienes o no». Llamó al hotel para informar de que le habían concedido una habitación del hotel y quería trasladarse al día siguiente. Era viernes, y allí se quedó con alojamiento y desayuno. Al llegar le preguntaron cuántos días se quedaría. «Yo no tengo prisa, mientras dure esto», contestó. Y le dijeron que iban a poner de plazo 14 días.

La segunda quincena

La primera quincena terminó en Jueves Santo, por lo que hasta el lunes siguiente no podría llevar a cabo los trámites para pedir una prórroga. Llamó por teléfono para realizar de nuevo los trámites y le dijeron que tenía que concedérsela un médico. «Me dieron a entender que después de una vez, ya no podía volver a pedirlo», explica García. El médico le dijo que, ya habiendo ocurrido una vez, era «cosa de Gerencia».

Así que fue allí. «Me dijeron que no era allí y les contesté que fue donde me lo habían dado la primera vez», cuenta. «Pues alguien se saltó el protocolo», fue la primera respuesta que recibió. Y añadieron que «ya me habían dado 14 días». «¿En 14 días desaparece el riesgo? Se trata de una pandemia y dan a entender que solo puedo ‘aislarme’ en el hotel 14 días. No tiene sentido», critica. Al final, consiguió que le sellaran el impreso en Gerencia y poder residir en el hotel por otras dos semanas.

No cumple los requisitos

«En ningún momento nadie me pidió ningún justificante sobre por qué estoy pidiendo ir al hotel. ¿Por qué no lo piden? Eso es lo que me mosquea», se queja José García. Ahora, el viernes intentó volver a renovar su estancia. Fue directamente a Gerencia y habló con la secretaria para solicitarlo. «Me dieron las mismas vueltas que la vez anterior», cuenta. «Me mandaban a Prevención de Riesgos y ya le dije que allí no me hacían nada», alega. Más tarde, le llamó la secretaria de nuevo para decirle que tenía que ponerse en contacto de nuevo con Prevención de Riesgos Laborales.

«Expliqué las vueltas que tuve que hacer quince días antes y aun así se mantenía en que no podía hacerlo ahí», critica. Le dijeron que llamara preguntando por una persona concreta y eso hizo. Tras varias vueltas, le dijeron que no cumplía los requisitos. «Ya había estado dos veces en el hotel, ¿los cumplía antes y ahora ya no?», se pregunta José García. «Esto es una pesadilla. Un día dicen una cosa y, luego, otra», concluye enfadado, desde su casa de Mieres, donde ha tenido que volver, tras haberle negado la prórroga durante otra quincena.