Técnicos de Transportes piden extender el peaje no sólo a todas las autovías sino a todas las carreteras

ASTURIAS

Consideran que la vía impositiva para conservar la red viaria está agotada. Reparar todas las deficiencias Asturias costaría más de 300 millones de euros

29 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La propuesta de extender el peaje a toda la red de autopistas, una iniciativa que el Gobierno central ha incluido en su programa de reformas para acogerse al fondo de rescate europeo ha despertado la indignación en conductores particulares y profesionales de Asturias que han señalado que la comunidad ya sufre un castigo desmedido en las vías de pago por la extensa prórroga de Huerna, hasta el año 2050. Tampoco el Gobierno asturiano ha recibido bien la medida al indicar que la red asturiana ya sufre demasiadas «penalizaciones sobre sus infraestructuras». Pero un grupo de técnicos de carreteras ha ido más allá y ha lanzado la propuesta de hacer de pago no sólo todas las autopistas sino todas las carreteras.

El fondo de los argumentos de quienes defienden hacer de pago todas las vías es su mantenimiento. De hecho se trata de una vieja aspiración de la patronal de las constructoras y concesionarias, Seopan, que hasta puso un precio en su modelo: 0,09 euros por kilómetro para los coches y de 0,19 euros para los camiones. 

Lo cierto es que la red de carreteras asturianas está en muy mal estado tras muchos años de demoras en sus reparaciones. De hecho, el pasado verano la Asociación Española de la Carretera (AEC) cifró en 346 millones de euros el coste que supondría actuar sobre las deficiencias que presenta la red de carreteras del Principado. En su informe, Asturias aparece junto a  La Rioja y Aragón como las tres comunidades que presentan un peor estado de conservación de sus carreteras, con malas notas, por debajo de la media española en marcas viales y barreras metálicas. 

Tras el guiño inicial del Ejecutivo, la Asociación Técnica de Carreteras (plataforma integrada por técnicos del Ministerio de Transportes, de las comunidades autónomas, ayuntamientos y empresas constructoras y concesionarias) ha consensuado un decálogo, no solo para defender que los usuarios de las autovías paguen, sino que incluso se haga en carreteras convencionales y, además, que se haga ya, con toda la urgencia. Estos son los diez motivos que alegan: 

1. La vía impositiva, agotada

No hay fondos suficientes. La Asociación Técnica de la Carretera aduce que el modelo basado en mantener las carreteras a cuenta de los presupuestos públicos con los impuestos de los contribuyentes «está agotado». Aseguran que ya no llegan esos fondos y que el mal estado de las carreteras lo demuestra, creándose además agravios entre comunidades. 

2. Sin aportación fija

No finalistas. La legislación no contempla que los ingresos fiscales generados por los automóviles reviertan directamente en la conservación de las carreteras pues estas aportaciones a las arcas públicas no tienen carácter finalista, lo que impide contar con aportaciones fijas y más en tiempos de crisis. 

3. La alternativa

Pago por uso. El lobby de la carretera mantiene que la fórmula de que cada conductor pague peaje cuando use una autovía resolvería las deficiencias económicas para el mantenimiento de la red «y supondría una fuente adecuada y estable de recursos, como ocurre en muchos otros países de Europa», trece en concreto. 

4. Objetivos del cobro

Quien contamina, paga. Para los técnicos que representan a la Administración en la plataforma técnica de la carretera, el peaje en autovías debería alcanzar un volumen suficiente como para garantizar los recursos necesarios para mantener la red viaria, modernizarla, reducir la contaminación que genera bajo el principio de «quien contamina paga», y favorecer un impulso del transporte público al convertirse en una tasa disuasoria. 

5. Precio por distancias

Más equitativo. Ven más justo cobrar a cada conductor por los kilómetros recorridos que las opciones en las que se cobra un fijo por año o meses independientemente de las distancias recorridas, sistema conocido como viñeta, implantada en diez países de Europa. 

6. En áreas interurbanas

A todos los vehículos. Como ya se piensa para los aparcamientos, los proponentes consideran que los peajes deben de aplicarse en función del vehículo, sus características, tamaño, carga que transmiten al suelo o eficacia ambiental. Pero eso, sin que ninguno se escape al pago en los entornos urbanos. 

7. En vías convencionales

Para evitar fugas. La asociación aboga incluso por implantar la tarificación por uso en carreteras convencionales para que no se derive tráfico a las nacionales, comarcales y demás, pues habrá automovilistas que pretendan escapar de los peajes de las autovías y autopistas. 

8. Igual en toda españa

Sistema interoperable. El peaje en las autovías y otras carreteras debería seguir el mismo criterio y sistema tecnológico que haga compatible e interoperable los dispositivos de pago cuando una persona se mueva de una comunidad autónoma a otra, independientemente de la titularidad de la infraestructura, bien sea el Gobierno central, las autonomías, provincias o cabildos. 

9. Sistema concesional

Público-privado. Los integrantes la asociación, técnicos de la Administración también, abogan por la colaboración público-privada en el nuevo modelo de cobro y gestión de los viales que dejen de ser gratis. 

10. Urgentemente

Arranque provisional. En su decálogo no hablan de estudios futuros, sino que reclaman que se cobre desde ya peaje en las autovías, aunque se arranque de manera provisional hasta que se complete el sistema a elegir.