Víctor Salcedo, abogado: «Hay empresas que despiden a trabajadores con covid persistente»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

ASTURIAS

El abogado Víctor Salcedo
El abogado Víctor Salcedo

El experto explica qué pasos legales hay que dar ante esta situación y a qué ayudas económicas se pueden acoger los enfermos

14 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Son muchas las personas que sufren covid persistente. Una enfermedad en la que las PCR arrojan un resultado negativo, las pruebas están todas bien, pero el paciente sigue presentando los mismos síntomas después de haber superado la fase aguda de la infección. Esta lleva a las personas que la padecen a aprender a convivir con ella, ya que limita por completo sus vidas. Hay quienes incluso tienen que lidiar también con una batalla judicial, puesto que «hay empresas que despiden a sus trabajadores» por sufrir esta patología. El abogado Víctor Salcedo Antolín, que lleva varios casos en Asturias, cuenta qué pasos legales hay que dar ante esta situación y a qué se pueden acoger los pacientes.  

-Hay numerosas personas que sufren covid persistente, ¿cómo están actuando las empresas ante un trabajador en esta situación?

-De los casos que yo estaba llevando en Asturias, Castilla y León, Andalucía y demás, hay empresas que sí respetan esa incapacidad temporal del trabajador, pero hay otras que actúan despidiendo a los trabajadores. No dicen que el motivo del despido es incapacidad temporal ni covid persistente sino que alegan por ejemplo que hay una disminución en la rendición del trabajo. Carece de sentido que te imputen una cosa así.

-¿Es legal que la empresa despida a un trabajador por padecer covid persistente?

-No es ajustado a derecho. El problema es en que en España la mayoría de los casos el despido es libre. Lo que pasa es que a la empresa le puede salir más o menos caro ese despido porque se puede declarar improcedente. Entonces deberán indemnizar al trabajador que sería lo equivalente a 33 días de salario por año trabajado. Que sea mayor o menor depende de cada trabajador porque se tiene en cuenta los años de trabajo, el sueldo, el puesto de trabajo…

No obstante, nosotros estamos luchando para intentar que el despido sea considerado nulo. Esto implica que la empresa reincorpore al trabajador y tenga que abonarle los salarios de tramitación, es decir, el dinero que no cobró desde que fue despedido hasta que se dictó sentencia. Alegamos que echar a un trabajador por encontrarse enfermo esnulo, aunque es muy complicado y de todas formas en el caso de que no se considere nulo que sea improcedente. Hay resoluciones europeas al respecto, de que si se despide a un trabajador por una enfermedad de larga duración o incierta con posibilidad de asimilarlo a una discapacidad se estaría vulnerando derechos fundamentales. Nos acogemos a ello y también a que el covid es una enfermedad segregadora y discriminadora.

-¿Qué pasos legales hay que dar para recurrir ese despido?

-Lo que hay que hacer sí o sí es que en el momento que te despiden, tienes 20 días habilidades para impugnar ese despido. Primero hay que presentar una papeleta de conciliación y luego si no se llega a un acuerdo con la empresa, se demanda ante jurisdicción social. Esto puede hacerlo trabajador por su propia cuenta, pero es recomendable que lo haga con un abogado, tanto para asesorar como para presentar papeleta y la posterior demanda. En ese caso, analizando cada uno en concreto, habría que solicitar la nulidad del despedido y de manera subsidiaria la improcedencia.

-¿Cuánto tiempo puede pasar entre que se resuelve la situación?

-Igual que cada persona que sufre covid persistente es un mundo, en los juzgados pasa lo mismo porque depende de cada comunidad. Depende mucho de la carga de trabajo que tenga el juzgado, pero como mínimo tienes que esperar cuatro meses y por mi propia experiencia estoy tirando a la baja. Tenemos casos por despido que te puedes encontrar con seis, ocho, diez o más de 12 meses. Es una lotería porque, por ejemplo, en Madrid que hay decenas de juzgados algunos pueden ir más rápidos que otros.

-También hay personas que dejan voluntariamente su trabajo por dicha enfermedad, ¿no se supone que deberían de adaptarles el trabajo a la situación?

-El problema de eso es que algunas trabajadoras se las da de alta porque no padecen nada, aparentemente están bien. Entonces, cómo te va a adaptar la empresa tu puesto de trabajo si los informes médicos y clínicos dicen que estás perfectamente. En estos casos, buscamos soluciones como solicitar vacaciones acumuladas y mientras tanto pedimos la excedencia voluntaria. Además, para no hacer la baja voluntaria en el momento también trabajamos para conseguir la incapacidad temporal o permanente. No es sencillo en muchas ocasiones. Hay quienes también padecen estrés, ansiedad y como los trámites legales llevan su tiempo deciden darlo todo por perdido porque no soportan los procedimientos. Es entendible, pero es una faena. Al pedir la baja voluntaria no tienes derecho a paro, entonces te quedas en casa sin trabajo y sin recibir ni un solo euro.

-¿A qué ayudas pueden atenerse?

-Ahora mismo es complicado tener ayudas porque es una enfermedad nueva y bastante desconocida.  Lo que se puede intentar es solicitar la incapacidad permanente porque así se recibe una cantidad de dinero al mes. Sin embargo, como cada caso es diferente, hay que analizar si se puede pedir la incapacidad absoluta, la total, la parcial… porque además no todos los trabajos son iguales. Hay situaciones dramáticas. Recientemente una trabajadora estuvo incapacitada temporalmente, pero luego debía de volver a su puesto de trabajo y era imposible. Pedimos una prórroga y mientras impugnamos el alta médica solicitamos la excedencia voluntaria. Así no trabajas ni cobras, se suspende el contrato pero no te despiden y puedes ver cómo evoluciona la enfermedad. Tiramos de esos resquicios legales para que la situación de la trabajadora, como no es la idónea, pues sea lo menos mala posible.

-Otro de los problemas que se encuentran las personas con covid persistente es el diagnóstico

-De cara a la sociedad en general ya cuesta demostrar que tienes covid persistente, pero en el mundo de la medicina también nos encontramos con muchas trabas de incapacidades temporales y permanentes. Muchos médicos no se creen esos síntomas que tiene él o la trabajadora. Hay síntomas que se pueden demostrar como la tos, la fiebre…, pero otros como la pérdida de memoria, la niebla mental, la incapacidad de concentrarse, el dolor de cabeza… no. Hay mucha reticencia médica en estos casos.

-¿Llegará a reconocerse el covid persistente como una incapacidad laboral?

-Poco a poco se van dando pasos. Se está mejor que hace unos cuantos meses, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el covid persistente como una enfermedad. También el Ministerio de Trabajo sacó pautas sobre esta enfermedad. Al principio las bajas de las trabajadoras las argumentaban con otras cosas y ahora hay centros médicos que dan la baja por covid persistente. Poco a poco se consigue ese reconocimiento de la enfermedad que es muy necesario, no solo en el ámbito laboral sino también en el personal.