Una vez concluida la temporada, llega el momento de poner las notas
07 jun 2018 . Actualizado a las 21:59 h.«Las notas se ponen a final de curso». La frase es de Juan Antonio Anquela, repetida durante gran parte de la temporada. Esta semana en la que el Real Oviedo comienza a planificar su futura temporada de manera eficaz y ordenada, es momento de las calificaciones de verano. Tras analizar el acierto de los fichajes, qué ocurrió bajo el arco oviedista, en su defensa y en la medular, llega el momento de mirar a la línea de tres cuartos.
Saúl Berjón ha sido el futbolista más importante ya no solo entre sus compañeros de la media punta, si de todo el equipo. El conjunto de Juan Antonio Anquela dependió en todo momento de la inspiración del jugador ovetense, sobreviviendo en un contexto difícil incluso en los meses en los que el equipo carbayón se consolidó como uno de los mejores de la categoría.
Si los números ya le sitúan entre los mejores jugadores de la Liga (6 goles y 14 asistencias), han sido los famosos intangibles los que han le han terminado de consagrar como uno de los futbolistas más decisivos en el juego de su equipo de toda la división de plata. Desde la izquierda, Berjón daba continuidad a un ataque azul muy necesitado de creatividad. Junto a Aarón y sobre todo Mossa, su gran socio, el '21' era el único catalizador de juego del equipo de Anquela. Fundamental en el proyecto del jienense.
Pese a su decepcionante último tramo de curso, Aarón Ñíguez fue el gran socio de Berjón en la difícil tarea de liderar el ataque azul. El ilicitano no pudo empezar mejor la temporada, desequilibrando en cada partido gracias a una movilidad permanente que ponía en problemas a todas las defensas.
Su mejor y peor versión se refleja perfectamente en la estadística individual: de los 5 goles y 4 asistencias logrados por el '7', tan solo una asistencia llegó en la segunda vuelta, justo en la últma jornada liguera. Con contrato hasta 2019, su continuidad parece clara.
Las dos grandes decepciones tienen nombre y apellidos: Matej Pucko y Yaw Yeboah. El primero llegó con el recuerdo de una más que decente temporada en Osasuna hace dos cursos, siendo un jugador polivalente capaz de aportar casi siempre. Pero en Oviedo no cuajó. El esloveno solo fue titular en dos ocasiones y no llegó ni a los 300 minutos ligueros disputados. Su futuro es una incógnita, ya que tras no entrar en los planes de Anquela todavía tiene contrato en vigor. Se le busca una salida.
Aunque con más minutos en el césped, lo de Yeboah es un caso similar. El ghanés, cedido por el Manchester City, participó más que Pucko y en ciertos tramos del campeonato parecía que podía explotar y ser importante de verdad para Anquela, pero ese momento nunca llegó. Tras las vacaciones navideñas se incorporó tarde a la disciplina del equipo y ya nunca más entró en la dinámica de cada jornada, sumando solo una titularidad en la segunda vuelta.
