En los últimos encuentros, Saúl Berjón está siendo el jugador más determinante del Real Oviedo
10 oct 2019 . Actualizado a las 19:32 h.«La situación pedía que diese un paso al frente y creo que lo estoy dando. Habrá que dar uno, dos o los que hagan falta», así de claro se mostraba ayer Saúl Berjón en sala de prensa. El capitán, además de relajar el ambiente después de unas horas muy movidas en lo extradeportivo, reivindicaba su figura deportiva ante los medios. Y lo cierto es que es el momento ideal para hacerlo.
El ovetense, a excepción del encuentro en Tenerife, donde fue suplente, lleva varios encuentros siendo el líder que necesita este Real Oviedo. Los azules, que poco a poco van siendo más fiables cerca de su portería, siguen en cuarentena en lo anímico y dicho estado no les permite hacer con balón todo lo que saben y, además, el equipo necesita. Por eso la figura del '10' es básica.
En un equipo tan acongojado con el esférico, Saúl Berjón representa la solución a muchos de los problemas. Sus compañeros lo buscan continuamente y saben que algo va a pasar. Ya puede perder uno o dos balones consecutivos, que al tercero volverá a encarar. Eso es Berjón. Y si además, los regates, controles o pases van saliendo, el resultado es espectacular.
Si ante Extremadura y Zaragoza dejó varios minutos de calidad, el tercer encuentro de Javi Rozada en el Carlos Tartiere fue el de la confirmación de que Saúl está de vuelta. El ovetense fue una pesadilla para el Numancia en general e Ivan Calero en particular. Le encaró una y mil veces y se fue otras tantas, se asoció por dentro y puso unos cuatro balones claros de gol. Casi nada.
El Real Oviedo sigue en plena construcción y el paso de las jornadas hace mayor la urgencia a la hora de sumar, pero si el capitán prolonga este momento todo puede ser mucho más fácil. «Estamos deseando que llegue la racha buena porque cuando pase eso este equipo no tiene techo», dijo ayer el ovetense.
