El derbi desde Bolivia

Pablo Fernández OVIEDO

AZUL CARBAYÓN

Miguel González, delante de la central donde trabaja en el sur de Bolivia
Miguel González, delante de la central donde trabaja en el sur de Bolivia

Miguel González 'Miki', aficionado y canterano del Real Oviedo, vivirá el encuentro del domingo desde el país andino

14 nov 2019 . Actualizado a las 21:08 h.

En los últimos años, desgraciadamente para nuestra región, el éxodo de miles de jóvenes asturianos se ha disparado. El Principado cada vez ofrece menos trabajo y la diáspora asturiana crece de manera vertiginosa. Nuestro protagonista es un ejemplo más. 

Miguel González Antón (Oviedo, 1993), más conocido como Miki para sus entrenadores, compañeros y asiduos a El Requexón, no vivirá un derbi más el próximo domingo. Oviedista y canterano del club carbayón, lleva trabajando en Sudamérica desde el mes de agosto. Concretamente al sur de Bolivia, en Yacuíba, muy cerca de la frontera con Argentina.

Un contexto complicado

El país andino está viviendo uno de los momentos más inestables de su historia. Tras la renuncia de Evo Morales como presidente del país y el anuncio de la repetición de los comicios después de tres semanas de protestas generalizadas y de acusaciones de fraude electoral, la incertidumbre reina en Bolivia. 

«Hacemos vida normal, pero estamos a expensas de lo que vaya ocurriendo. No hay muchas noticias y no sabes si vas a poder ir a trabajar y, cuando vas, no sabes si podrás volver a la residencia», dice Miguel en conversación con La Voz de Asturias. Aunque las protestas más numerosas se concentran en La Paz y en Santa Cruz, las grandes ciudades del país, la situación afecta a todos los núcleos urbanos.

Cuando se le pregunta por la posibilidad de ver el derbi del domingo entre Real Oviedo y Sporting, el ovetense duda: «La diferencia horaria (cinco horas) no me ha permitido seguir mucho los partidos de esta temporada, pero el domingo, se intentará. Hay mucho asturiano por aquí y la piquilla está latente desde el primer día».

Pasado en El Requexón

Lo cierto es que el domingo, en el Carlos Tartiere, dos de los que fueron sus compañeros se podrían vestir de corto. Miki llegó a El Requexón en su segundo año alevín y no se fue hasta el tercer año como sénior, ya en las filas del Vetusta. Nueve años, desde 2005 hasta 2014, como canterano que le sirvieron para, entre otras cosas, compartir amistad y vestuario con Diegui Johannesson y Lucas Ahijado, ahora jugadores de la primera plantilla. 

«Llegué a entrenar con el primer equipo muchas veces y jugué algún amistoso en pretemporada. Era un contexto muy diferente al actual, había que ascender sí o sí y en el club no se arriesgaba nada a la hora de fichar. Se apostaba poco por los canteranos», cuenta nuestro protagonista acerca de lo difícil que estaba antes llegar al primer equipo. 

Miguel González, 'Miki', en un partido del Vetusta de la 13/14
Miguel González, 'Miki', en un partido del Vetusta de la 13/14 Javier Merino

Ahora, con hasta cuatro jugadores del Vetusta 18/19 instalados en el primer equipo, el ovetense recuerda cuando Héctor Nespral y Diegui tuvieron su oportunidad: «Me alegré mucho por ellos, ya en las categorías inferiores se veía su potencial. Ojalá nuestra generación hubiese nacido unos años más tarde para poder vivir esta época», finaliza. 

Tras jugar su última temporada como carbayón a las órdenes de Iván Ania, Miki no tuvo suerte con las lesiones. Fichó por el Gijón Industrial y se rompió el tendón de Aquiles. Al año siguiente, el temido ligamento cruzado le impidió disputar un solo partido de Liga con el Ceares. Los estudios ganaron protagonismo y el fútbol se acabó. 

«La quedada está organizada y trataremos de ver el partido. Las camisetas ya están preparadas, la mayoría azules, por cierto», se despide Miguel, uno de tantos (demasiados) asturianos cuya situación laboral internacionalizan un poco más el derbi.