El canterano azul, superado el coronavirus, aumenta sus prestaciones jornada tras jornada mientras espera su renovación
07 mar 2021 . Actualizado a las 09:30 h.A nadie se le escapa que Borja Sánchez es uno de los futbolistas más decisivos de la plantilla azul. De los pocos capaces de desequilibrar un partido en una sola acción. Parecer que no ha aportado nada durante 89 minutos y, sin embargo, cambiar el transcurso de cualquier choque y ante cualquier rival. El ovetense tiene ese algo especial que hace del fútbol un deporte de masas.
Ante el Espanyol, el canterano fue de lo mejor del equipo. Quizá, solo le superó Nahuel Leiva con su tremendo gol que valió un punto. La salida del campo de Borja provocó que el Real Oviedo, pese a su superioridad numérica, perdiera algo el control del centro del campo. Disponer de gasolina en el depósito durante los 90 minutos es, quizá, el gran debe del futbolista, que va perdiendo fuelle a medida que avanza la segunda mitad de los partidos.
Una progresión evidente. Una renovación pendiente
A sus 25 años recién cumplidos, el mediapunta sigue disfrutando de una progresión innegable. Debutó con el primer equipo con 22 años de la mano de Juan Antonio Anquela en la 18/19, pero no consiguió asentarse ante la falta de oportunidades. Al curso siguiente, ya disfrutó de ficha del primer equipo, aunque tuvo que esperar hasta la llegada de Javi Rozada para encontrar su hueco. Tras la marcha del técnico asturiano y la llegada de José Ángel Ziganda, tuvo que terminar de convencer al navarro de todas sus virtudes.
Esta temporada ha sufrido varios parones a causa de la Covid-19. Primero, un aislamiento preventivo a causa de un contacto estrecho justo antes del derbi. Más tarde, un positivo tras el parón navideño. Este último contratiempo le ha retrasado más de lo deseado. Estuvo casi dos meses fuera de los terrenos de juego y su regreso en la derrota ante el Cartagena fue irregular, mejorando poco a poco ante el Lugo, Fuenlabrada y Zaragoza.
Estas piedras en el camino no van a impedir que Borja siga mejorando sus números de la pasada campaña. Ya son 19 titularidades, solo una menos que el curso pasado y acumula tres goles, solo uno menos que en la 19/20. Más importante que sus números es su influencia en el equipo. Sin Saúl Berjón, el ovetense es junto a Nahuel Leiva y a Marco Sangalli los únicos futbolistas que, por ahora, han podido cambiar el sino de un partido.
Mientras Borja Sánchez sigue asumiendo galones, su renovación se va cociendo a fuego lento en las oficinas del Carlos Tartiere. Ambas partes ya han mantenido contactos y estos han resultado positivos, aunque todavía falta concretar detalles contractuales importantes. La sintonía es buena, pero falta el acuerdo final.
El objetivo del Real Oviedo no es otro que renovar al futbolista y convertirlo en un jugador emblema, otorgarle el liderazgo del proyecto. Pese a que el canterano tiene contrato para el curso que viene, Francesc Arnau desea cerrar este asunto cuanto antes e impedir que se prolongue en exceso, como ha ocurrido con Juanjo Nieto.
