¿De qué hablamos cuando hablamos de pote?

L. G. V.

SABE BIEN

Asturias tiene la versión más conocida, y eso que fuera de sus fronteras aún no goza de la reputación de la fabada. En algunas casas gallegas se hace una receta parecida, con matices propios de las tierras de Breogán

10 feb 2021 . Actualizado a las 11:43 h.

Igual que en Galicia el lacón con grelos es religión una vez pasan las fechas navideñas y, sin embargo, fuera de sus límites es un plato que aún pasa desapercibido, en Asturias el pote es una de las elaboraciones que con más frecuencia y gusto se preparan, pero queda totalmente eclipsado por la contundente fama de la fabada. Para darle su lugar, y empezar a descubrirle a propios y ajenos las bondades, curiosidades y las costumbres culinarias asturianas,  La Voz de Asturias lanza Sabe Bien, un nuevo portal de gastronomía que será la ventana a la que podrán asomarse restaurantes, distribuidores de alimentación, blogueros interesados en dar a conocer sus mejores recetas y compañías que influyan de algún modo a un sector pujante en la comunidad. Para abrir boca desgranamos, y reivindicamos, una receta tradicional que merece ser conocida en todo el mundo. 

Indispensable en los días más fríos, el pote asturiano cumple con dos de las características habituales en los fogones asturianos: que sea un contundente plato de cuchara y que incluya, claro, compango. Pero además, por supuesto, parte de su éxito radica en ser escrupuloso en los detalles y guisar a fuego muy lento, de tal modo que los ingredientes se hagan notar entrelazados y así, en este caso, pueda ganar protagonismo ese punto amargo que le otorga la verdura. 

Fuera de Asturias suele darse cierta confusión con su homólogo gallego e incluso, también, con el caldo. Y son ciertos matices los que marcan la diferencia. Para ir poniendo las cosas en su sitio, a ambos lados del Eo el pote incluye morcilla; sin embargo, en el del lado asturiano la verdura que podemos encontrar con más frecuencia es berza, mientras que en Galicia suele prepararse con grelos. El unto (o manteca de cerdo), tan habitual en las recetas más tradicionales gallegas, tampoco se ve en el pote asturiano. Y pese a que hay tantas opciones como familias que se reúnen alrededor de un buen potaje, hoy vamos a ofrecer una que cuenta, al menos, con los ingredientes indispensables para aquellos que no se han animado aún a lanzarse a una elaboración que pide a gritos estar en la mesa este febrero.

*4 personas

  • 1 manojo de berza
  • 2 patatas medianas
  • 200 gr. de fabes estofadas
  • 2 chorizos
  • 2 morcillas
  • 1 trozo de tocino
  • 1 rabadal de cerdo
  • azafrán
  • pimentón dulce o picante
  1. Limpiamos la verdura quitando los tallos y partes duras y escaldamos 3 minutos en agua hirviendo. Refrescamos la verdura y la picamos en trozos pequeños o medianos (al gusto).
  2. En una olla alta, disponemos la verdura picada, junto con la carne y el embutido y, ponemos a hervir durante 15 minutos con el agua necesaria para cubrir los productos
  3. Incorporamos a la misma olla la patata previamente cortada en dados y dejamos hervir, todo junto, otros 15 minutos.
  4. Por último, añadimos les fabes previamente estofadas ó bien podemos utilizar fabada del día anterior.
  5. En último lugar ponemos azafrán en rama previamente rustido y un refrito de ajo y pimentón (dulce o picante según el gusto).
  6. Dejamos que se integre todo, manteniendo la cocción durante 5 minutos y el plato estará listo.