Turismo: planificar o sobrevivir

Manuel García García DIRECTOR ADJUNTO EN TURISLAB

OPINIÓN

XOAN A. SOLER

10 may 2021 . Actualizado a las 08:45 h.

El covid se ha mutado, en realidad el covid ha mutado todo el entorno social y empresarial. Ha realizado una selección natural, a nivel de empresas, de los que trabajaban el día a día, en modelos obsoletos, cortoplacistas, a las que tenían una planificación estratégica a 5 años solo basados en vender más, lo mismo.

Pero los errores vienen de antes del covid. Los hábitos de consumo, las relaciones sociales y mercantiles, la globalización, el transporte, la educación, la medicina, la banca, el Turismo, la gastronomía... llevan décadas sufriendo cambios evolutivos inimaginables hace 30 años. Los que pasamos de 50, según nuestra profesión ya nos hemos adaptado a las «nuevas tecnologías». Una definición de este término es «aquel artefacto que tu abuela o padres te decían: no toques que lo vas romper».

En estos ya más de 30 años como profesional en el mundo de la tecnología orientada a la empresas de cualquier sector y como un miembro del ecosistema emprendedor gallego, en los últimos tiempos, ligado a las startups, he de decir que me sigue sorprendiendo, independientemente del sector un factor importante y es la falta de innovación, entendiendo como innovación aquella investigación y desarrollo que llega al mercado con éxito.

Trataré de explicarme. Si ponemos como ejemplo un sector como el del turismo, cuyo PIB en España era del 12,4 % en el 2019 no ha sabido adaptarse a los grandes cambios o demandas de los clientes. En hospedajes hemos visto el nacimiento de Airbnb, modelo de negocio disruptivo e imparable, situado desde hace años como la empresa hotelera de más valor, sin poseer ningún hotel en propiedad. Las cadenas hoteleras se han dedicado a pleitear e intentar poner trabas a este modelo, pero solo en contadas ocasiones, hemos visto como alguno buscaba ofrecer servicios que los usuarios de Airbnb no tenían en su estancia (comida, lavandería, aparcamiento). Como comentaba, los hábitos han cambiado, las agencias de viajes han dejado de ejercer el poder sobre las reservas o planificaciones de viajes, los clientes tenemos todas las herramientas para saltarnos intermediarios, transporte, alojamiento, eventos, museos, restaurantes, todo está a un click en la palma de nuestra mano. Los actores del sector turismo no deberían estar buscando soluciones cortoplacistas de cómo sobrevivir al covid, que tarde o temprano será vencido por una vacunación masiva. El sector tiene que ofrecer experiencias atractivas únicas a sus clientes en su establecimiento y en su entorno. Los transportes a destino son cada vez más rápidos y baratos, el precio dejará de ser un factor determinante en la decisión de compra. Un cliente pagará más porque en el avión o el tren, se pueda disfrutar de un evento musical en directo, una obra de teatro, una degustación. Pagará más por seleccionar con qué perfil cultural se quiere sentar durante 8 horas de viaje. En alojamientos pagará porque esa semana la cocina tendrá 3 estrellas Michelin de 3 países diferentes, porque tendrá una semana temática para los tiktokers viajeros, o para los instagramers cocineros, involucrando a los restaurantes locales. Deberán atender a ser un centro de creación de ocio y dejar de ser un mero receptor o espectador. El turismo debe pensar en grande, sumar su entorno y empezar a trabajar experiencias de su entorno. Alquiler por horas de las habitaciones, habitaciones temáticas, espacios de teletrabajo, espectáculos gastronómicos... Es posible que la cocina de un hotel deje de ser monotema, como los asientos y las esperas del tren o del avión.

El turismo debe planificar su futuro a dos años, es el momento de emprender de cara al mercado que ya está y el que viene.

Quieres innovar, mete a alguien de otro sector en tu empresa / hotel durante una semana de observador, que pueda ejercer el pensamiento paralelo libremente y obtendrás resultados diferentes y no técnicas de supervivenci