Asturias quiere una desescalada a la medida de su hostelería

La Voz

ASTURIAS

El presidente del Principado, Adrián Barbón, en una comparecencia ante la sede de Presidencia, en Oviedo
El presidente del Principado, Adrián Barbón, en una comparecencia ante la sede de Presidencia, en Oviedo

El presidente reconoce la singularidad del sector en el Principado y trabajará para que se reconozca. «No es lo mismo una terraza en Andalucia o en Madrid que aquí», explica

02 may 2020 . Actualizado a las 16:21 h.

«Nuestra hostelería no es como la de Andalucía o Madrid. Nosotros no tenemos grandes terrazas en las que un negocio pueda estar funcionando con el 30% de esas terrazas». El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha reconocido la singularidad del sector en la región y ha señalado que trabajará para que así se tenga en cuenta durante la desescalada. De hecho, ha anunciado que realizará aportaciones ante el Ministerio de Sanidad.

No obstante, cree que ya se ha dado algún paso que mejora la situación de este tipo de negocios. Ha explicado que son buenas noticias el hecho de que se vayan a alargar los ERTEs o que se hayan establecido medidas para los autónomos. En este sentido seguirán profundizando la Administración asturiana.

Hay otras sombras económicas. Adrián Barbón ha mostrado su «enorme preocupación» por la actual situación de ArcelorMittal, después de que la multinacional haya anunciado su idea de presentar un ERTE para 8.000 empleados en España, de los que 5.400 están en Asturias, y de paralizar las inversiones en sus fábricas. El presidente se encuentra en contacto con la dirección de la empresa y también con los sindicatos para estar puntualmente informado. Ha reconocido que Arcelor tiene «carácter fundamental» para la industria asturiana por el empleo que genera y por su actividad económica.

Otro conflicto en marcha lo está generando la venta de Alu Ibérica al Grupo Riesgo. El presidente ha reiterado la preocupación de su Gobierno. Considera importante constatar la fiabilidad y cree que en este proceso se ha faltado a la confianza depositada en Parter, compañía que había adquirido las fábricas de Alcoa en Avilés y A Coruña. El Ministerio de Industria ya está investigando la operación. Si los requisitos no se cumplen, cabe la posibilidad de revertir esta operación o de vender las plantas a otros compradores.