Por qué Asturias corre el grave riesgo de que la tercera ola se adelante

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Paseantes por el centro de Oviedo
Paseantes por el centro de Oviedo EFE | JL Cereijido

De persistir las multitudes en las calles y la relajación de medidas de protección, advierte el experto Daniel López Acuña, «nos encaminamos de lleno» a una nueva oleada a finales de este mes o principios de enero

16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pese a que la situación epidemiológica ha mejorado en Asturias en las últimas semanas tras un noviembre demasiado negro, sigue sin ser tiempo de relajarse y olvidarse del coronavirus. Por mucho que la navidad esté a la vuelta de la esquina. La incidencia acumulada ha bajado de manera considerable, pero en los dos indicadores a 7 y a 14 días relacionados con los mayores de 65 años -precisamente los que más preocupan por su vulnerabilidad ante el SARS-CoV-2- sigue en riesgo muy alto de contagio y, en los otros dos que tienen que ver con la población en general, en riesgo alto.

Un riesgo, alto o muy alto, que de persistir las aglomeraciones en las calles y la relajación de las medidas de protección en los encuentros podría llevar a Asturias a la tercera ola mientras resuenan las últimas campanadas de un 2020 demoledor. «Estamos observando un aumento de los casos en otras comunidades autónomas que empiezan a reflejar los efectos de la relajación de las medidas de protección en las aglomeraciones de las iluminaciones navideñas, el frenesí de las compras en el Black Friday y el puente de la Constitución. Lo estamos notando porque han pasado dos o tres semanas», indica el epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Daniel López Acuña.

Aglomeraciones y relajación de medidas de protección que también se han visto en Asturias en estos días pasados y cuyas consecuencias, como vienen diciendo y advirtiendo expertos como López Acuña, tienen su reflejo a las dos o tres semanas con un incremento en el número de contagios diarios al igual que ha ocurrido ahora que han bajado tras las restricciones que mantuvieron cerradas actividades no esenciales durante más de un mes tras los picos alcanzados en noviembre en todos los indicadores epidemiológicos.

Y, pese a que esos indicadores se han estancado en Asturias, así como cambiaban su tendencia a la baja en estas últimas semanas la curva podría volver a ascender en dos o tres semanas de nuevo. «No se ha tenido en cuenta lo que ocurrió en Canadá y Estados Unidos durante el fin de semana de Acción de Gracias, en el que se relajaron las medidas de protección durante los encuentros familiares y, al cabo de esas dos o tres semanas, aumentó de nuevo la incidencia», recuerda López Acuña.

«Si nos relajamos en navidad con las aglomeraciones y una movilidad excesiva vamos de lleno a una tercera ola a fines de diciembre o inicios de enero. Por ello hay que estar precavidos, ser cautos y restrictivos», advierte. En las aglomeraciones, aunque sean al aire libre y con mascarillas de por medio, cae de cajón que el riesgo de contagio es alto porque no se guardan las distancias de seguridad entre personas.

De ahí que se esté insistiendo, y así lo hace de nuevo López Acuña, desde las autoridades sanitarias y desde el Gobierno del Principado en que hay que cumplir a rajatabla las medidas básicas de protección (mascarilla, distancia y ventilación en interiores), además de limitar la movilidad social y el número de contactos especialmente en las reuniones familiares que se celebrarán a partir de la semana que viene para evitar situaciones de riesgo innecesario.

Y esto es algo que, recuerda López Acuña, han sabido ver en países europeos como Alemania que han impuesto restricciones drásticas para estas navidades con el objetivo de mantener al mínimo los contactos sociales y evitar que se disparen los contagios. Países que, como Asturias, han vivido un otoño realmente duro tras una primera oleada de la pandemia menos agresiva.

«Reino Unido, Países Bajos o Italia van en la misma dirección. Se trata de ser más restrictivos ante lo que pueda pasar en la tercera ola», indica López Acuña, que es partidario de endurecer ahora las restricciones como en Alemania, en donde ha cerrado toda la actividad económica no esencial hasta el 10 de enero. «En el fondo hay que darse cuenta de que ésta no va a ser una navidad habitual, tenemos que saltárnosla en gran medida para poder estar en las próximas navidades», remarca, recordando que en Asturias también los indicadores de la presión asistencial siguen en riesgo alto en el caso de la ocupación de camas por pacientes covid y muy alto en la de camas ocupadas por enfermos graves en la UCI.

Por ello, para evitar que la tercera ola en Asturias acabe siendo un tsunami, el exdirectivo de la OMS considera que deberían restringirse las reuniones familiares a la unidad de convivencia habitual y ser más restrictivos también en actividades que puedan suponer un riesgo de contagio y en la movilidad navideña. La responsabilidad por ahora es individual pero López Acuña no descarta que de aquí al viernes las autoridades sanitarias y el Gobierno de España, de continuar el preocupante aumento de casos en otras comunidades autónomas, valoren nuevas medidas en la línea, drástica y tajante, que han seguido otros países europeos.