Todo esto no es una ensalada saludable

SABE BIEN

De quintaesencia de la buena alimentación a cajón de sastre. El autoengaño hace que sobre una cama de lechuga aparezcan todo tipo de ingredientes y combinaciones que distan mucho de ser recomendables. Dos nutricionistas aclaran qué tiene cabida y qué no si  queremos cuidarnos

18 jun 2021 . Actualizado a las 09:24 h.

El hecho de aclarar que los ingredientes principales de una ensalada deben ser verduras crudas, deja patente que hemos perdido la perspectiva con uno de los platos más saludables de las dietas atlántica y mediterránea. Es lo primero que dice la nutricionista María Pérez tras preguntarle qué debería tener cabida y qué no en la elaboración reina del verano, ahora que cada vez más restaurantes, sobre todo grandes franquicias, (habida cuenta de la fiebre healthy) abren en sus cartas el paraguas de 'Ensaladas' y meten ahí todo tipo de ingredientes y condimentos, eso sí, sobre una cama de lechuga.

Cualquier excusa es buena para entregarse al autoengaño, y así sucede que se amontonan, como indica la nutricionista Desirée López, las personas que piensan que están comiendo bien porque cenan ensalada... de pasta con pollo frito y salsa César, de arroz y kilos de queso o con espinacas e ingentes cantidades de bacon y picatostes. Suma y sigue. Para poner los puntos sobre las íes y comer con cabeza, estas dos expertas aclaran las dudas y equivocaciones en las que más caemos cuando preparamos una ensalada.

La primera en la frente y viene de la mano de la reducción de vinagre balsámico. Muy frecuente en las casas españolas desde que inundara los locales más chic (y desde que descubrimos con Masterchef que para triunfar en la cocina hay que pintar los platos), lo cierto es que para nada es un buen aliado si lo consumimos a diario. Sentencia con una frase Pérez, experta en nutrición de la clínica de A Coruña Assistens Sport: «Este producto tiene más en común con un caramelo líquido que con el vinagre, tiene muchísimo azúcar».

Respecto al aderezo, de hecho, una parte fundamental de una buena ensalada, ambas expertas huyen de salsas tipo industrial e invitan a probar aderezos caseros que salgan de lo habitual, o lo que es lo mismo, que incluyan por ejemplo crema de cacahuete, olivada, yogur natural o aguacate.  En cuanto a la cantidad de aliño, Pérez no quiere que nadie se eche las manos a la cabeza. Aunque hay expertos muy estrictos, que para aquellos que buscan adelgazar no les recomiendan consumir más de una cucharada de aceite al día, esta especialista recuerda que en las ensaladas casi todo el aderezo queda al fondo; «lo que sí hay que evitar es mojar esa salsita con pan. Igual eso es más complicado».

Esta ensalada de María Pérez lleva quinoa, tomate, pepino, gambas, nueces y un aliño de aceite de oliva y limón. Es perfecta para un día de verano
Esta ensalada de María Pérez lleva quinoa, tomate, pepino, gambas, nueces y un aliño de aceite de oliva y limón. Es perfecta para un día de verano

A la hora de hacer combinaciones, las dos nutricionistas explican que son infinitas. No obstante, Desirée López recomienda apostar por las legumbres: las grandes olvidadas del verano en una época en la que no apetecen mucho los guisos. «A mí una ensalada excelente me parece una que incluya por ejemplo lentejas, un picadillo de verduras y algo de marisco o pescado, tipo salpicón». Para aquellos que quieren perder unos kilos, esta experta recuerda que quizás deben evitar consumir en grandes cantidades elementos habituales de las ensaladas como son el aguacate o los frutos secos, que pese a que son muy saludables «son bastante grasos y tienen un valor calórico alto».

Otro punto que genera controversia es si una ensalada es un plato lo suficientemente contundente para tomarlo como plato único o es mejor contar con un segundo. Lo aclara López: «Si es una ensalada solo vegetal: con verduras, champiñones, espárragos... se le puede meter un segundo al mediodía; pero si ya le ponemos proteína como huevo o atún, o proteína vegetal y las cantidades son contundentes, llega perfectamente. Es que este es otro problema, que de nuevo con la excusa de que es una ensaladita nos pasamos con la ingesta».

Como último apunte recuerda Pérez que, precisamente, como en estas elaboraciones deben primar las verduras crudas, hay que ser escrupulosos a la hora de lavar los productos. Y para no dar al traste con ninguna receta lo mejor es aliñar en el último momento, pues de lo contrario los alimentos más sensibles como las verduras de hoja u otros vegetales sensibles se ablandan.