El nuevo restaurante de Oviedo que permite viajar a México sin salir de la ciudad: «La comida es 100% casera»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

SABE BIEN

La pareja formada por Isabel Oroza y Víctor Arce son los responsables de acercar los sabores del país azteca a los asturianos

17 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en que la calle Rosal era un hervidero de gente. El trasiego era constante en esta vía de Oviedo que une Santa Susana con el casco antiguo, sobre todo cuando caía la tarde. En este punto de la ciudad era donde ovetenses y visitantes daban el pistoletazo de salida a largas noches de diversión. Por cambios en los hábitos de consumo y las sucesivas crisis económicas vivió un período de declive en el que muchos locales cerraron y la calma comenzó a cobrar protagonismo. Tras años de silencio, esta arteria ha comenzado a recuperar su esencia. Pero, a diferencia de aquellos años, la actividad económica ya no está centrada en el ocio nocturno.

Los bajos comerciales que antes alojaban discotecas y pubs vuelven a abrir sus puertas y lo hacen con una imagen completamente renovada. El último en subir su persianas es el del número 50, un espacio al que antiguamente se acudía para tomar la primera copa y empezar la noche con los amigos. Ahora, su actividad gira en torno a la gastronomía. Este local que albergaba el 13 Pekados se ha transformado en Ándale Cuate, un restaurante que ofrece lo mejor de la cocina mexicana y promete despertar todos los sentidos a los comensales.

Detrás de este proyecto se encuentran Isabel Oroza y Víctor Arce, una pareja de mexicanos que ha hecho realidad su sueño de acercar a los asturianos los auténticos sabores de su tierra. «Cuando nos mudamos a Oviedo nos dimos cuenta de que a la gente de aquí le gustaba mucho la comida de nuestro país. Además, cada vez que en casa organizamos cenas con amigos y preparábamos algún plato todos decían que estaban muy ricos. Así que nos lanzamos a abrir un restaurante para que quien lo desee pueda probar nuestras recetas», aseguran.

Nunca antes este joven matrimonio se había dedicado a la hostelería. Su trayectoria profesional siempre ha estado vinculada al mundo marketing. Pero como siempre han buscando vivir nuevas experiencias se atrevieron a dar este paso. A decir verdad, no es la primera vez que Isabel y Víctor cambian el ritmo y el rumbo de sus vidas. Hace 15 años decidieron dejarlo todo atrás para mudarse a Lanzarote, la isla natal del padre de Isabel. «Teníamos la vida hecha en México pero quisimos lanzarnos a la aventura», asegura la pareja.

Sin pensarlo ni un instante más vendieron la casa, los coches y todo cuando tenía. Se deshicieron de sus pertenencias más valiosas, prepararon las maletas y pusieron rumbo al archipiélago, donde les esperaban familiares de Isabel. Una vez asentados en la isla de los 100 volcanes, como ya no les podía ir mejor en la vida, decidieron que era el momento de tener descendencia. Sin embargo, cuando sus dos hijas vinieron al mundo, empezaron a ver «las limitaciones de vivir en un territorio insular».

Siempre que podían viajaban a Asturias para escapar de la rutina, ya que era una tierra que les «encantaba», así que se plantearon mudarse al Principado, concretamente a su capital. Fieles a su costumbre de hacer realidad cada idea que se les ocurre, un 3 de abril de 2022 ya estaban afincados en el barrio ovetense de El Cristo. «Oviedo es una ciudad preciosa y su gente es encantadora. Desde el primer momento nos hicieron sentir como en casa», reconoce Isabel, quien se considera ya como una asturiana más.

Así luce el interior de Ándale Cuate
Así luce el interior de Ándale Cuate

Mientras se adaptaban a la cultura asturiana, la pareja comenzó a percibir la buena acogida que tenía la gastronomía mexicana en la ciudad, que los recibió con los brazos abiertos. Como a Víctor se le daba muy bien cocinar, aunque solo lo hiciera en casa, e Isabel siempre le ayudaba con las recetas, decidieron dar el paso y abrir su propio restaurante. Pero antes de lanzarse a la aventura, hicieron un pequeño estudio de mercado. Tras analizar las distintas zonas de Oviedo vieron las posibilidades de negocio que ofrecía la calle Rosal.

«Si Oviedo crece, debe hacerlo desde el centro y esta calle está a solo unos pasos», destaca Víctor, quien se encargó personalmente de analizar el mercado. Al tener claro que emprenderían en el Rosal, el siguiente paso fue buscar un local en el que poder servir sus platos. Tras inspeccionar varios bajos comerciales, el número 50 resultó ser el espacio perfecto para su restaurante. Arrendaron el mismo y se pusieron manos a la obra, ya que había que darle un buen lavado de cara antes de abrir sus puertas al público

Mientras llevaban a cabo la reforma, gestionaron los permisos necesarios para poner en marcha la actividad. Entre una cosa y la otra tardaron «un año y medio» en poner en funcionamiento su proyecto gastronómico. Después de muchos contratiempos y de destinar prácticamente todos sus ahorros, a principios de diciembre Ándale Cuate abrió por fin sus puertas. «Fue un momento muy emocionante porque llegamos a pasar días enteros aquí sin ver avances y eso nos angustiaba y desesperaba», confiesa la pareja.

Los platos que se sirven en este restaurante mexicano son cien por cien caseros
Los platos que se sirven en este restaurante mexicano son cien por cien caseros

La acogida de este nuevo restaurante mexicano de Oviedo está siendo «muy buena». «Lo que más me sorprende es que la gente de esta calle, tanto vecinos como propietarios de negocios, se han acercado ya para apoyarnos, consumir y brindar con nosotros», destaca Isabel, agradecida por el que calor que han recibido del entorno. «Eso no lo hacen en todos lados», comenta Víctor, orgulloso de la comunidad que ha recibido su proyecto con tanto cariño.

El secreto del éxito que está teniendo Ándale Cuate reside en la elaboración «totalmente» casera de cada receta mexicana. «Aquí hacemos cada plato desde cero. No hay nada precocinado ni tampoco compramos nada hecho. Nosotros compramos los ingredientes y hacemos todo aquí, incluidas las salsas», asegura la pareja, que adquiere las materias primas a proveedores locales para garantizar la calidad. «La carne, por ejemplo, la compramos al carnicero del barrio donde vivimos, porque sabemos que tiene muy buen producto», apuntan. Algunos ingredientes los adquieren en el país azteca para asegurar la autenticidad de los sabores mexicanos.

En horario tanto de comidas como de cenas sirven recetas típicas mexicanas que permienten descubrir la cocina tradicional de su tierra. Entre ellas, los tacos de cochinita pibil y la carne al pastor se han convertido en los platos estrella del restaurante. Ofrecen también desayunos, para que ovetenses y visitantes puedan empezar el día con energía y disfrutar desde primera hora de la mañana de auténticos bocadillos que transportan directamente a los sabores de su país natal.

A cualquier hora del día, Víctor e Isabel ofrecen una experiencia gastronómica que permite sumergirse en los auténticos sabores de México y disfrutar de su cocina casera en cada plato. «Queremos que con cada bocado la gente saboree nuestro país», explica la pareja, que brinda así la oportunidad de cruzar al otro lado del charco sin ni siquiera salir de Oviedo.