Sugieren a la UE financiar el consumo de pescado en los colegios e institutos

S. S. REDACCIÓN/ LA VOZ

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Niños comiendo mejillones frescos en un colegio gallego (foto de archivo)
Niños comiendo mejillones frescos en un colegio gallego (foto de archivo) PILI PROL

Por salud, nutrición y ecología, el sector pide incluirlo en los menús, igual que frutas, hortalizas y leche

25 oct 2021 . Actualizado a las 16:19 h.

«Para ayudar a los niños a seguir una dieta sana y un estilo de vida saludable», la Unión Europea (UE) invierte este curso escolar casi 221 millones de euros en la distribución de frutas, hortalizas y leche en escuelas infantiles, colegios e institutos de los Veintisiete. Financia la incorporación de esos productos a los menús escolares tratando de compensar el creciente «consumo de alimentos transformados que, a menudo, contienen gran cantidad de sal, grasas y azúcar añadidos o aditivos» y, al mismo tiempo, pretende enseñar a los niños y adolescentes a alimentarse lo mejor posible. Por la «evidencia científica convincente de los beneficios para la salud» de los productos del mar y la acuicultura, el Consejo Consultivo de Mercados (MAC, en sus siglas en inglés) recomienda a la UE incluirlos en los programas comunitarios de promoción de hábitos nutricionales equilibrados y sostenibles.

Cada país decide cómo y en qué invierte esos fondos europeos. España, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recibe durante este curso un total de 19,59 millones de euros, 13,29 para frutas y hortalizas y  6,30 para leche. Son parte de los 119,47 millones que gestiona desde el inicio del 2017 hasta el remate del período lectivo del 2023.

Organizaciones de pescadores, acuicultores, procesadores, sindicatos y oenegés medioambientales asesoran, a través del MAC, a organismos de la UE y de los Estados miembro sobre los mercados de la pesca y la acuicultura. A la Comisión Europea le recuerdan que en el Pacto Verde Europeo y en su Estrategia de la Granja a la Mesa pone a los pescados como ejemplo de alimentos cuya producción generan menos huella de carbono.

Por salud y por ecología

A ese aspecto medioambiental a favor de los productos de la pesca y la acuicultura añaden otros relevantes en el desarrollo físico, intelectual y emocional de los escolares. Nutricionalmente son fuentes de energías y proteínas de alto valor biológico que aportan «nutrientes esenciales», como yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D. Por sus ácidos grasos insaturados omega 3, mejoran el desarrollo neurológico, contribuyen al buen funcionamiento del cerebro y de la vista, reducen riesgos cardíacos y ayudan a controlar la presión arterial.

Por esas mismas razones, desde el MAC proponen a la Comisión promover el consumo de pescados y mariscos en toda la sociedad europea, así como «reflejar adecuadamente» en sus iniciativas los beneficios para la salud y el medio ambiente, «científicamente demostrados».

Un IVA «bajo y armonizado»

A ese consejo consultivo no se le escapan las alertas que afloran periódicamente por la presencia de metales pesados en determinados productos del mar o de parásitos, endémicos en muchos de ellos. Por eso aboga porque la UE impulse estudios adicionales sobre «los beneficios del selenio», el impacto del mercurio y la presencia o inertización de las larvas de anisakis. También sobre la medición de la huella de carbono en la producción, en el caso de los pescados «menor en comparación con otras fuentes de proteínas».

El MAC también le recomienda a la Comisión Europea adoptar las medidas para hacer realidad una demanda reiterada por todos los que viven de la pesca y la acuicultura en España: rebajar el IVA de pescados y mariscos. Desde el Ejecutivo nacional se escudan precisamente en la UE para seguir gravándolos con el 10 %, en lugar del 4 % que aplica a otros alimentos esenciales. Como el tipo impositivo es dispar entre los Veintisiete, ese consejo consultivo aboga por establecer uno «bajo y armonizado», pensando en «reducir el gasto público relacionado con malas elecciones dietéticas» y, al mismo tiempo, en hacerlo más asequible y «garantizar la igualdad de condiciones» entre los operadores de ese mercado en la UE.