Aumentan las críticas por las elevadas cantidades de dinero que la candidata cobra por hablar, que en el caso de Hillary asciende a 250.000 dólares desde que dejó la dirección del Departamento de Estado en el 2013
Dos rescates, una quita de por medio, y montañas de sacrificios después, Grecia sigue en el pozo. La solución pasa por una reestructuración pactada de su deuda