El presunto sicario de Ardines reafirma que no estuvo en Llanes el día del crimen

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

 El ciudadano de nacionalidad argelina investigado como uno de los dos presuntos autores de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, que se encontraba en prisión en Suiza por otros delitos, tras declarar este jueves en el juzgado de dicha localidad que instruye la causa
El ciudadano de nacionalidad argelina investigado como uno de los dos presuntos autores de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, que se encontraba en prisión en Suiza por otros delitos, tras declarar este jueves en el juzgado de dicha localidad que instruye la causa J.L. Cereijido

El argelino ratifica que no llevaba consigo el móvil que le sitúa en Belmonte de Pría. La defensa señala que en las próximas horas solicitará la puesta en libertad de su cliente

04 jun 2020 . Actualizado a las 17:00 h.

El argelino M.K., investigado como uno de los presuntos sicarios que asesinó al concejal de IU de Llanes Javier Ardines, ha ratificado que no tuvo participación alguna en el asesinato, ni llevaba consigo el móvil que le sitúa en Belmonte de Pría, donde se perpetró el crimen, durante su segunda comparecencia ante la juez. M.K. abandonó este jueves, por unas horas, la cárcel de Asturias, donde está ingresado desde el pasado 14 de mayo, para prestar una segunda declaración ampliatoria después de que su abogado defensor, Fernando Barutell, pidiera esta comparecencia alegando que en su primer testimonio estaba «cansado» porque acababa de llegar extraditado de Suiza.

Sin embargo, en esta segunda declaración, M.K. se ha limitado a ratificar, como ya hizo el 14 de mayo, que ni viajó a Llanes, ni conocía a Javier Ardines y ni utilizó ni portaba el móvil que según un informe pericial le sitúa en Belmonte de Pría el 16 de agosto de 2018, cuando el edil fue asesinado. Su abogado defensor ha asegurado que no hay «ninguna prueba objetiva» que pueda determinar que ese día portaba el móvil, por lo que su cliente se encuentra «sorprendido» de que se le impute un delito de asesinato únicamente por la declaración efectuada por su compatriota D.B., quien reconoció que ambos cometieron el delito por encargo.

Barutell ha añadido que este delito, penado con hasta 25 años de prisión, es uno de los más graves que contempla el Código Penal por lo que ha pedido un careo entre ambos, en una petición que hasta ahora ha sido desestimada por la juez. M.K. sólo ha respondido a las preguntas de su defensa y ha justificado que viajara a Argelia y a Suiza, donde fue detenido, por razones familiares y laborales, respectivamente. Según su testimonio, su viaje a Suiza, donde cumplió condena por un delito anterior, se debió a razones laborales y no era una huida del país para evitar su implicación en el crimen, mientras que alegó que su viaje a Argelia fue para ver a su madre que se encontraba enferma.

Barutell ha explicado que su representado sabía que no existe acuerdo de extradición de nacionales en Argelia y si se hubiera quedado allí no se habría autorizado su entrega a España, pero sin embargo regresó dos veces e incluso pasó aquí las Navidades. La defensa ha señalado que en las próximas horas solicitará la puesta en libertad de su cliente, si bien ha reconocido que no tiene mucha esperanza de que su petición prospere, porque la Fiscalía ya ha anunciado que va a acusar a las cuatro personas investigadas.

Por el asesinato de Ardines fue detenido el 19 de febrero de 2019 en su vivienda de Amorebieta (Vizcaya) Pedro L.N.A., amigo personal del concejal, como supuesto inductor al encargar presuntamente el crimen a dos sicarios no profesionales movido por los celos ante sus sospechas sobre una posible relación entre su mujer y el edil. El mismo día también fueron detenidos en Vizcaya uno de los dos supuestos sicarios, D.B., de nacionalidad argelina al igual que M.K. y J.M.B., que según los investigadores pudo servir de enlace entre el inductor y los autores materiales.

En su declaración ante la juez, D.B. afirmó que el inductor les pagó a él y a M.K. 25.000 euros y al mediador otros 10.000. Según los investigadores, el presunto inductor planeó con tiempo y detalle el asesinato del que fuera su amigo movido por los celos, según informa Efe.