El turismo en Asturias: pendiente de la última hora y sin invasión madrileña

c.d.n. REDACCIÓN

ASTURIAS

Un grupo de turistas participa en una visita guiada oficial en Oviedo
Un grupo de turistas participa en una visita guiada oficial en Oviedo

Son pocos los que se atreven a reservar debido a la incertidumbre de la nueva normalidad

07 jun 2020 . Actualizado a las 11:32 h.

Es un verano atípico el que se viene por delante. La nueva normalidad no termina de llegar ni de conocerse a ciencia cierta, y con ella viene la incertidumbre de los turistas españoles, que no terminan de dar el paso y reservar. El verano llega con un sabor agridulce pues hay mucha gente que sigue sin cobrar el ERTE, muchos trabajadores comienzan ahora a acudir a sus empleos en vez de empezar las vacaciones, y mucho no saben cómo serán esos periodos de descanso. Así, Asturias no cuenta con una alta ocupación de sus hoteles, alojamientos turísticos y casas rurales, en rasgos generales. Muchos son los que esperarán más que otros años para reservar sus vacaciones. Además, esa sonada invasión de madrileños que saldrán de Madrid en cuanto se pueda no parece afectar de manera diferente a otros años a la región.

Son pocos los que se atreven a reservar, y en su mayoría lo hacen de cara al mes de agosto. «En julio tenemos menos reservas porque tienen dudas sobre la desescalada allí, si acabarán para entonces, cómo será…», explica Lucía García, de la inmobiliaria Fleta, en Luanco. «Sí notamos que la gente llama para informarse y se está pensando alquilar periodos más largos en comparación con otros años», asegura Borja Cue, propietario de una inmobiliaria en Llanes, Veri Corral. Y es que parece que la costa oriental asturiana sigue siendo uno de los grandes reclamos de las familias que quieren veranear en el Principado.

Saliendo de la costa, las zonas urbanas no están teniendo apenas búsquedas por parte de los turistas nacionales. «No se notan búsquedas en las ciudades», alega Fernando Corral, vicepresidente de Otea y gestor de dos hoteles. Y es que asegura que este año no se podrá hablar de «boom» o «aluvión» de reservas porque las cifras no terminarán de cuadrar. «El año pasado a estas alturas, tenía 450 habitaciones reservadas para julio, este año tengo 100. Tenemos cuatro veces menos en este momento», explica. Y es que son muchas las personas que aún desconocen cuándo tendrán vacaciones, si es que las tienen.

Por su parte, el turismo rural vive unos datos más alentadores. «Desde mayo estamos notando reservas», asegura Saúl Pascual, presidente de Asociación de Empresarios de los Picos de Europa (Incatur). «Tanto en hoteles como en alojamientos rurales, hay consultas de cara a verano e, incluso, alguna reserva», explica el presidente de Incatur. «Los madrileños están realizando reservas para julio y agosto. La situación es bastante similar a la de todos los años», alega Ana Soberón, portavoz del clúster de turismo rural de Asturias. «No estamos notando una especial llamada este año en concreto», añade Soberón.

«Hay movimiento para informarse y consultar porque creo que a la gente le hace ilusión la montaña», asegura Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur). Además, los desconcertantes protocolos de las playas, podrían ser un factor importante para decantarse por lo rural. «La costa no deja de estar más saturada, siempre. Aquí se respira aire puro», cuenta Berdasco. Además, no nota aumento en lallegada de madrileños, más allá de los que ya lo hacían. «Vienen los de toda la vida, que reservan de un año para otro. Están locos por venir, dicen que son más de aquí que de allí», dice el presidente de Fastur.

Políticas de cancelación

«En caso de un nuevo estado de alarma, o medidas tomadas por mi comunidad en temas de movilidad, ¿se me devuelve el dinero?», es una de las preguntas que más se repite en todas las llamadas a dueños de hoteles, alojamientos turísticos, casas rurales, etc. El gran miedo que se vive entre los clientes es qué pasaría si volvemos «para atrás», y no permiten la libertad de movimientos. «No paran de preguntarnos por esa posibilidad de cancelación», asegura Ana Soberón. «Se insiste muchísimo en la posibilidad de anulación sin gastos», coincide Fernando Corral. Y es que la incertidumbre acecha tanto a turistas como a propietarios de alojamientos de todo tipo de cara a cómo será esa nueva normalidad de la que todo el mundo habla, pero nadie explica.