Mes y medio después del fin del estado de alarma: nueve brotes y 153 nuevos contagios

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Pruebas PCR en el HUCA. ARCHIVO
Pruebas PCR en el HUCA. ARCHIVO J. L. Cereijido

La situación se agrava en Asturias con 104 positivos en una sola semana. Preocupan especialmente los focos relacionados con hostelería

06 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El 21 de junio marcó un antes y un después en la vida de los españoles. Después de 98 días de estado de alarma, el país entraba en lo que pasó a denominarse como «nueva normalidad». La población veía como comenzaban a relajarse las restricciones de los meses anteriores, pero lo hacía consciente del riesgo que eso suponía. Encontrar el equilibrio parecía difícil, y a día de hoy sigue siéndolo. En este periodo, la situación de la pandemia se ha descontrolado en buena parte del país. Asturias aguanta mejor que el resto de comunidades, pero aun así, las cifras invitan a la reflexión: nueve brotes - ocho de ellos siguen activos- y 153 nuevos positivos en mes y medio.

Los números oficiales del Principado recogen que el día 21 de junio Asturias tenía registrados 2.435 positivos por coronavirus. Ayer había 2.588. Es decir, 153 más. Además, el ritmo de contagio se ha acelerado en la última semana. En ese periodo, se han contabilizado 104 infectados nuevos. Prácticamente cada día surge un nuevo brote y el Gobierno autonómico ha hecho un llamamiento a los clientes de cinco locales -cuatro de ellos de hostelería-, para que soliciten hacerse la prueba PCR. Mientras tanto, les recuerda que deben quedarse en casa y restringir sus contactos sociales.

Nueve focos, ocho activos

Hace ya un mes que comenzaron a llegar las noticias de que la situación se estaba descontrolando en algunas comunidades, sobre todo en Aragón y Cataluña. Asturias veía esas cifras desde la lejanía, y aunque siguen siendo incomparables, aquí empiezan a preocupar. Desde el 21 de junio se han declarado en la región nueve brotes, de los que uno está controlado y ocho permanecen activos.

El primero en declararse afectó a tres personas en el occidente de la región y estaba vinculado a una mujer de 52 años de origen dominicano que había llegado unos días antes de unas vacaciones en su país. El brote fue calificado de «interdomiciliario» por el Principado y ya está controlado.

El segundo, y el que realmente hizo que comenzasen a saltar las alarmas, estaba vinculado a la cervecería Urban´s de Oviedo. Fue el sábado 25 de julio, el dueño del local cerró el establecimiento y el Principado puso en marcha una estrategia que siguió posteriormente en el resto de focos. Hizo un llamamiento para que los clientes del local solicitasen cita para hacerse la prueba PCR y reforzó las líneas de atención telefónica. Días más tarde contrató a nueve rastreadores más, hasta dejar la cifra en 46. Hasta el momento van doce positivos vinculados a ese bar.

Un viaje de estudios a Málaga supuso el tercer brote. Con los dos últimos contagios de las últimas 24 horas horas, ya son 15 los positivos de ese foco. Este caso obligó a intensificar las comunicaciones entre varias comunidades, al infectarse asturianos en Málaga que posteriormente viajaron a Baleares, donde se les realizó el PCR a alguno de ellos.

Posteriormente el positivo de un camarero en La Buena Vida de Gijón es el que hizo temer que la situación se descontrolase. Es uno de los bares de moda de Gijón y la llamada del Principado a la clientela para que se hiciera las pruebas provocó un alud de más de 4.000 solicitudes. Hasta el momento, y aunque es el brote con más contagios de la región, la situación se mantiene sin grandes cambios. Con los cinco del último día, ya son 21 los infectados.

El más polémico de todos ha sido el brote en la empresa Grúas el Roxu. El Principado informó de que había cuatro trabajadores infectados y desde la compañía explicaron que se trataba de empleados contagiados en una obra en Zaragoza, que ya habían pasado la cuarentena y que estaban a la espera de una nueva prueba que les permitiera volver al trabajo.

Paralelamente, estalló un brote en una residencia del ERA en Siero. Una trabajadora asintomática dio positivo y, aunque era el único caso conocido, al tratarse de un establecimiento especialmente vulnerable se computa como brote. Días más tarde un contacto estrecho de esa empleada se contagió. Hasta el momento la enfermedad no se ha extendido a residentes y son solo esos dos los casos.

Por orden cronológico, el siguiente foco fue el de Castropol. Un grupo de cinco jóvenes vinculados a un local dieron positivo. Tras un error en el cómputo de casos, el Principado corrigió las cifras y ya hay siete positivos. Aquí la situación se ha agravado, como demuestra el hecho de que cuatro días después de detectar el foco, el Gobierno autonómico ha hecho un llamamiento a los clientes del bar La Casilla para que soliciten cita para hacerse la prueba PCR.

El siguiente punto en el mapa de brotes activos hay que situarlo en Llanes. Con cuatro positivos, el Ejecutivo autonómico dio la voz de alerta y pidió a los clientes del bar La Terraza de Laura y la escuela de surf Skull, en Llanes, que se hagan las pruebas. Con los tres del último día, ya van siete postivos.

El último en conocerse es un brote en Gijón. Se trata del primero relacionado con una celebración social, en este caso, un cumpleaños. Son cinco miembros de dos familias. Todos ellos permanecen en aislamiento domiciliario con síntomas leves de la enfermedad. 

Cambio de perfil

El único dato que invita al optimismo es que, desde la entrada en la nueva normalidad, ha bajado la edad media de los infectados. Suelen ser casos asintomáticos o con sintomatología leve y los hospitales prácticamente se han vaciado. Ya no quedan pacientes en planta y hay cuatro en las UCI. La otra cifra relevante es que desde el 21 de junio han muerto ocho personas en Asturias por coronavirus. Es alarmante pero supone un porcentaje mínimo de los 340 contagiados que perdieron la vida a causa de la pandemia.