Mitos que caen en cascada: «El agua no ayuda a adelgazar»

SABE BIEN

Salas

Será incolora, incolora, inodora e insípida, pero genera infinidad de dudas. Varios expertos responden a las consultas más comunes en el momento del año en el que hidratarse es más necesario que nunca

30 jun 2021 . Actualizado a las 14:07 h.

No se discrimina ni en la dieta más loca y, que se recuerde, solo una influencer no muy ubicada le encontró un pero hace unos meses; según Marina Yers «el agua deshidrata más de lo que hidrata». Dejando este comentario a un lado, están claros los beneficios de beber agua, en concreto dos litros al día (ya saben, junto a dormir 8 horas, el secreto de belleza de cualquier celebrity que se precie). Aunque esto no quita que en torno al líquido elemento se amontonen dudas y consultas a pesar de ser, o precisamente por eso, el ingrediente más indispensable que tenemos.

El verano es el momento idóneo para cerrar interrogantes, así que aprovechamos la coyuntura y hacemos un repaso por las preguntas más frecuentes. Empezando, literalmente, por el principio.

Cuando uno llega al mundo bastante tiene con mantenerse despierto dos minutos seguidos. Entre los quebraderos de cabeza de los bebés no se encuentra la sed y esto, a veces, preocupa a los padres, que no saben cuándo incorporar agua a la rutina de sus hijos. Según la nutricionista Fátima Branco, «hasta los seis meses no es necesario que los niños tomen agua más allá de la que hay en la leche materna o en polvo». En Aguas de Mondariz, por su parte, recomiendan que los lactantes consuman agua mineral natural de mineralización débil o muy débil. Una adecuada composición y equilibrio de sales minerales favorece la correcta circulación del organismo y evita que los riñones se sobrecarguen para filtrar un exceso de mineralización, lo cual es especialmente importante en los más pequeños».

En relación a si sacia el agua, si ayuda en las dietas o, en definitiva, a estas cuestiones que vinculan el líquido más sano del mundo con el adelgazamiento, Branco tiene una opinión muy clara: «El agua está bien si tenemos ansiedad y de este modo evitamos darnos atracones o para estudiar, como recurso antes que estar picoteando. Pero esto no quiere decir que el agua sacie porque no tiene calorías, solo engañamos al estómago». Y añade la experta: «Con esto quiero decir que ni engorda ni tampoco adelgaza. En las dietas, como en cualquier alimentación se recomienda beber agua, y esto en la mayoría de casos puede incluir agua con gas como sustituto de refrescos para los que estén muy habituados a su consumo».

Branco recomienda tomar un mínimo de un litro de agua al día para aquellos a los que les cuesta o se olvidar de beber. «Pero esto solo de agua, aquí no entrarían ni gazpachos, sopas ni otro tipo de bebidas».  Y, de paso, anima a sus vecinos coruñeses a darle una oportunidad al agua de la ciudad, «que es buenísima».

La vida útil de una botella de plástico

Muchos de los que ya suelen beber agua del grifo recurren en verano a botellas de cristal, metal o plástico que van rellenando de manera indiscriminada y que, con frecuencia, se quedan olvidadas en el coche. Respecto a las de plástico, Patricia Beiro, profesora de Higiene alimentaria en el Centro Superior de Hostelería de Galicia (CSHG), indica que «este tipo de envases podemos rellenarlos entre tres o cuatro veces mientras no hayamos dejado la botella expuesta al sol, pues existen riesgos de que migren sustancias del recipiente al agua». También es importante, matiza la especialista en seguridad alimentaria, «que las botellas no estén mucho tiempo vacías, parece de sentido común pero no lo es. Y otra cosa que parecía obvia y que se indica cada vez más en estas botellas es el 'no es reutilizable', y esto es curioso, pero se pone para que no haya sustos, más habituales de lo que imaginas, y esas botella acaben como envase de productos para limpiar y alguien beba».

Por otro lado, teniendo en cuenta que en algún momento el tiempo dará una tregua y subirán las temperaturas recordando que estamos en la época estival, la nutricionista Nuria Pumares recuerda que lo «si bebemos algo muy frío el cambio de temperatura en nuestro cuerpo es muy brusco, aunque pueda parecer que calma más el calor de golpe. Aunque lo cierto es que en Arabia Saudí, con sus temperaturas extremas, toman bebidas calientes para refrescarse».