El Llar de Viri: «Aquí las cosas saben a lo que son»

ASTURIAS

La chef y propietaria de El Llar de Viri, Elvira Fernández
La chef y propietaria de El Llar de Viri, Elvira Fernández El Llar de Viri

En medio de la incertidumbre que invade al sector, la guisandera Elvira Fernández atesora una «cocina honesta y responsable con el producto» que, con la estrella verde Michelín, acaba de recibir «una bomba de oxígeno»

15 dic 2020 . Actualizado a las 12:22 h.

Dedicación, calidad y tradición son los pilares que sustentan el Llar de Viri. No se trata de un restaurante cualquiera, sino que se trata de un lugar en el que se respira a Asturias y «las cosas saben a lo que son». Un local ubicado en Candamo que ofrece a fuego lento los sabores de antaño con productos de proximidad y de su propia huerta. Tal es el cuidado con el que miman sus platos que acaban de recibir la estrella verde Michelín a la sostenibilidad, con la que la prestigiosa guía gastronómica premia por primera vez a los restaurantes y los cocineros «particularmente comprometidos con la defensa del medio ambiente».

La chef propietaria es Elvira Fernández, una guisandera que parte del recetario de toda la vida para recordarnos que la cocina es un valor eterno. «Este reconocimiento pone en valor a la naturaleza, el campo, los productos locales y, sobre todo, las raíces. Es muy bueno para todos porque significa que seguimos el buen camino de la sostenibilidad. El gran reclamo de los últimos años, ya que la sociedad cada vez es más consciente de lo que supone el consumo responsable», asegura Fernández.

Esta filosofía de trabajo lleva cociéndose desde el año 1996, cuando abrieron las puertas del local. Diez años después pasaron a formar parte del Slowfood. Pero la convicción de que una cocina lenta y una vida lenta es sinónimo de salud ya forma parte desde sus inicios. «Nuestra cocina es honesta y responsable con el producto. Ponemos en valor lo natural y lo cercano a través de nuestros guisos. Y cuando yo me retire, la guisandera Majo y mi hijo Daniel, garantizarán la continuidad de la sostenibilidad en este negocio», sentencia Fernández.

El reconocimiento llega en medio de la gran incertidumbre que atraviesan los hosteleros. «Es un año muy difícil porque no sabemos lo que va a pasar­». El cierre a provocado estragos en el sector. Por eso, a nivel personal, «este premio supone una bomba de oxígeno. Estoy segura de que atraerá a más clientes», relata Fernández. «El primer confinamiento no nos fue tan mal. Sirvió para reinventarse. Pero, este segundo fue más duro de pasar y además no va a ser el único. Es complicado, pero hay que adaptarse a lo que viene. No puedes hacer frente a algo mayor que tú», añade.

No es la primera vez que el Llar de Viri figura en las listas de la guía Michelin. El año pasado, este negocio asturiano ha sido incluido en la categoría de Bib Gourmand. Una distincinción que reconoce la labor de aquellos restaurantes que ofrecen una excelente relación calidad-precio y en los que se puede comer por debajo de los 35 euros.