Carlos Fernández Llaneza, candidato a la alcaldía de Oviedo: «Quiero ganar con la suficiente mayoría para gobernar en solitario»

Esther Rodríguez
Esther Rodríguez REDACCIÓN

LA VOZ DE OVIEDO

Carlos Fernández Llaneza, candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo
Carlos Fernández Llaneza, candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo TOMÁS MUGUETA

El cabeza de lista del partido socialista en la capital asturiana señala que debe de haber «un cambio real» en el concejo y que se debe aprovechar al máximo el potencial que tiene la ciudad

25 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Fernández Llaneza (Oviedo, 1963) se declara amante de la capital asturiana. Esa pasión es, entre otros motivos, la que le ha llevado a dar el paso para presentarse como candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo. Ahora, en primea línea política, espera expectante y «esperanzado» por los resultados de las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo 28 de mayo, ya que considera que debe de haber «un cambio real» en el concejo. Está convencido de que ganará con «la suficiente mayoría para poder gobernar en solitario» y así «construir una ciudad abierta al futuro». Aparte de hacer balance sobre el gobierno del bipartito, se posiciona sobre los asuntos que más preocupan a los ovetenses como el proyecto para la fábrica de armas de La Vega o la creación de la Ronda Norte.

—En primer lugar, ¿cómo está siendo la campaña electoral?

—Percibo bastante ilusión en la gente. Creo que es una campaña que está yendo de menos a más. A medida que van pasando los días, en mucha gente que te encuentras, algunos conocidos y otros no, creo que hay esperanza de que puede haber un cambio real. No es solo que algo puede suceder sino que hay una esperanza real de cambio.

—¿Cuáles son los motivos que le han llevado a situarse en primera línea de la política dando el paso para ser candidato del PSOE a la alcaldía de Oviedo?

—Siempre lo dije, desde hace meses, que fueron tres los motivos. Uno a raíz de mi conocimiento de Oviedo, mis estudios y escritos sobre Oviedo, mi participación en distintos foros culturales... llega un momento que Oviedo te empapa. Entonces, cuando vas queriendo algo más, pues la voluntad o la decisión de implicarte en el proceso es mayor. Eso por una parte. Luego en su momento, varios compañeros también me animaron a dar el paso, les hice caso evidentemente. Y hay una tercera un poco más personal que nunca omito y es honrar la memoria de mi padre, que fue un hombre muy comprometido con la sociedad, con sus vecinos. Estuvo en el partido durante muchísimos años y es como un homenaje a su memoria.

—Además, se declara un amante de Oviedo.

—Sí, sí, totalmente. Amante y enamorado de Oviedo. Una ciudad que creo que conozco y que admiro profundamente.

—Tras ganar las primarias de la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo/Uviéu (AMSO) aseguró en La Voz de Asturias que Ricardo Fernández es una excelente persona y un activo muy valido. ¿Por qué al final decidió no integrarlo en la lista?

—Nuestra lista tenía una idea de renovación y creo que en su momento él valoró otras opciones también. Pero sigo pensando lo mismo sobre él.

—¿Cómo ha visto el mandato del bipartito, qué balance hace de esta legislatura?

—A la vista está. Si lo podemos medir de alguna manera, un buen gobierno se mide por la ejecución de su presupuesto, con el que se hace política, y tenemos una ejecución del 20% del presupuesto. La ciudad está bastante paralizada, creo que falta diálogo, se han roto consensos... En fin, me parece que hay demasiada soberbia y prepotencia y falta diálogo y puentes para buscar una ciudad que beneficie a una inmensa mayoría y no a unas minorías.

—En los últimos años se sucedieron gobiernos de coalición, ¿se ve gobernando en uno? ¿Con quién pactaría?

—Primero dejemos que hablen los ovetenses. Yo creo que el cambio en Oviedo es capital y hay que dejar que hablen. Ya se verá, pero yo confío en que seamos capaces de contagiar este entusiasmo y esta ilusión por Oviedo a la inmensa mayoría y que acaben votando la lista del Partido Socialista Obrero Español que tengo el honor de encabezar.

—¿Cuál es el resultado electoral que esperan?

—Ganar, obviamente. Ganar con la suficiente mayoría para poder gobernar en solitario.

—De convertirse en el nuevo alcalde de Oviedo, ¿cómo es la ciudad que pretende construir, cuáles son las prioridades de la misma?

—Evidentemente, lo primero son las personas. La ciudad tiene que ser construido por y para las personas y en ese sentido todas las políticas sociales tienen un peso específico. En segundo lugar, las políticas medioambientales que también tienen que ser transversales, al igual que casi todas las políticas deben impregnar otras áreas del Ayuntamiento. Las políticas medioambientales tienen que ser una prioridad en la lucha contra el cambio climático, en cuestiones de urbanismo, de edificabilidad, etc. Nosotros además queremos un Oviedo sostenible y ahí tenemos el proyecto del corredor verde con el que intentamos sentar un nuevo paradigma. Luego es tener una cultura accesible para todos, que llegue a todos los rincones y aprovechando toda la trayectoria cultural tan rica que tenemos en Oviedo. Las políticas de juventud, de igualdad… Es decir, lo que pretendemos es construir una ciudad abierta al futuro. Esa figura de capitalidad también tiene que jugar un valor importante. Oviedo es una ciudad con mucho potencial, con muchas oportunidades y la intención nuestra es no perder ninguna de las oportunidades que se nos abren de cara al futuro.

—¿En qué consiste el proyecto del corredor verde?

—Es una idea que lo que pretende es romper ese concepto que tenemos de Oviedo de una ciudad circular, y lo que hace es trazar una ciudad lineal que va a unir desde el futuro campus del Cristo hasta el nuevo HUCA. La filosofía del sistema es establecer un corredor peatonal con una intervención mínima, con una arquitectura mínimamente invasiva, con muy poca obra, y lo que pretende es cambiar el paradigma de uso. Es dar prioridad al peatón frente al coche, de hacer tránsitos mucho más agradables para los peatones y poder mientras tanto recuperar la ciudad para el peatón, además de establecer a la vez un nuevo modelo de movilidad.

—Uno de los problemas que tiene Oviedo es la pérdida de población y también el cierre de los comercios locales.

—El problema de los cierres comerciales es preocupante, cualquier pérdida de tono de una ciudad tiene que preocuparnos. Evidentemente, si se pierde población es algo preocupante, si se pierde comercios también y a veces va unido. Por eso tenemos que establecer en la ciudad condiciones idóneas para atraer incluso a la zona rural, que tiene un potencial tremendo, a aquellas empresas que se quieran asentar. Que tengan las condiciones necesarias para poder vivir en esa zona. En cuanto a comercio, evidentemente, es uno de los motores de Oviedo y en ese sentido tenemos medidas de apoyo como es la creación de un consejo municipal de comercio en el cual todos los agentes implicados puedan intervenir para buscar soluciones que conlleven la mejoría del sector.

—¿Qué opinión le respecta el proyecto de recuperación de La Vega y la aprobación de construir viviendas sociales?

—De la fábrica de armas de La Vega he dicho siempre lo mismo: es una oportunidad de futuro para Oviedo, es uno de los pilares sobre los que se tiene que asentar el futuro desarrollo empresarial, económico, industrial y cultural de Oviedo. Para ello es necesario hacer los estudios arqueológicos pertinentes y luego intentar buscar el mayor consenso con todas las partes implicadas. El anuncio del Gobierno de España de que compraría a Defensa terrenos para hacer vivienda pública permite reorientar el proyecto de La Vega en clave social. Es una buena noticia porque repercute en que ese espacio sea una de las ventanas de oportunidad que Oviedo necesita de cara al futuro.

—Sobre la Ronda Norte, ¿Mantiene su postura en contra? ¿Qué soluciones plantea para mejorar el tráfico en esta zona?

—Sí, porque como políticos lo que tenemos que buscar son soluciones inmediatas a los problemas de tráfico que además están muy vinculados a los colegios que existen en la zona. La Ronda Norte es una infraestructura innecesaria porque hay alternativas en este momento. Además, los estudios de tráfico apuntan a que el tráfico va a descender, los criterios de movilidad sostenible de la Unión Europea van en dirección contraria también. Entonces lo que tenemos que buscar son alternativas como, por ejemplo, conectar San Claudio con la autopista, la iniciativa del Plan General de Ordenación de Oviedo que contempla un vial que uniría Las Campas con la Pixarra y o el desdoblamiento de Nicolás Soria, que tenemos ahora mismo en obras. También está en los presupuesto del Principado la redacción de un proyecto para buscar una salida de Prados de La Fuente a la glorieta de Luis Oliver. Con estas medidas en principio se podría mejorar bastante el tráfico, independientemente de nuevas medidas que se puedan ir buscando, enmarcadas dentro del estudio global de viabilidad que nosotros encargaríamos hacer también.

—Para paliar esos problemas de tráfico y teniendo en cuenta que quieren un Oviedo sostenible, se entiende que fomentarán el uso del transporte público.

—Por supuesto. En esta zona de la que estamos hablando, tenemos la suerte de contar con un tren que tiene apeadero en Las Campas, en Vallobín, Llamaquique… por tanto, todo lo que es el fomento del transporte público es importantísimo.

—Otro de los asuntos que marca la agenda política ovetense es el Calatrava. ¿Qué solución plantean para este complejo?

—El Calatrava es una realidad que tenemos que asumir. Nos guste más o nos guste menos. En principio tiene que estar muy vinculado a algo que necesitamos en Oviedo como es el desarrollo de ferias y congresos. Es un espacio idóneo que nos permite atraer grandes ferias y congresos que tienen un retorno hacia la ciudad muy importante y que nos puede ayudar a contribuir a una mayor riqueza de la misma.

—¿Cuál es su postura frente a la reapertura del Centro Ecuestre El Asturcón?

—No me gusta. Podría tener otro tipo de usos, ser instalaciones deportivas públicas o quizás algo de equitación pero siempre desde el punto de vista público y con el menor coste para los vecinos.

—¿Qué medidas plantean para el viejo HUCA?

—Esa es otra de las oportunidades de futuro para Oviedo. En el viejo HUCA tenemos la posibilidad de disponer de un gran campus universitario que transformaría la zona de El Cristo, que necesita mucho de una expansión y un nuevo desarrollo, y el tener un campus ahí sería una magnífica oportunidad.

—¿Y para la plaza de toros?

—Evidentemente necesita de una adecuación, no solo para un espacio de uso cultural sino también a lo mejor vinculado con ese nuevo campus de El Cristo o con la implantación de nuevas tecnologías que tengan que ver con la Universidad.

—También el estado en el que se encuentra La Malatería de San Lázaro preocupa a los vecinos de la zona. ¿Qué plantean para esta histórica edificación?

—Es un edificio que mucha gente es partidaria de conservar. Primero hay que evaluar su estado, pero la idea de hacer una residencia intergeneracional, con apartamentos para gente mayor y joven, puede ser una buena solución para garantizar su futuro en una clave también social.

—La decisión de trasladar los estudios de Minas a Mieres ha provocado un enfrentamiento entre el alcalde Alfredo Canteli y el rector de la Universidad de Oviedo, ¿qué opina al respecto?

—Creo que ha faltado dialogo y han sobrado soflamas. Me parece que ha habido una falta de diálogo más que evidente. Yo como ovetense cuantos más espacios universitarios se creen en Oviedo mejor, pero eso evidentemente está todo supeditado a un respeto escrupuloso por la autoridad universitaria que es quien tiene la capacidad de gestionar sus espacios. Por otra parte se habla poco de algo que es beneficioso para Oviedo, que es la futura avenida del Grado de Deportes, el doble grado de Matemáticas e Informática o el de Criminología, que son grandes noticias para la ciudad. La Universidad de Oviedo es fundamental en Oviedo y hace falta una colaboración institucional sin la más mínima duda, leal y constructiva en beneficio de la ciudad.

—El modelo de celebración de las fiestas de San Mateo ha generado cierto malestar entre los ovetenses, ¿cuáles son sus propuestas?

—Es evidente que las fiestas de San Mateo fueron un fracaso estrepitoso, en la historia había salido gente a protestar por las fiestas. Teníamos un modelo festivo que más o menos gustaba y lo que gustaba era lo populares que eran las fiestas. Entonces hay que recuperar ese espíritu festivo popular y participativo.

—Por último, ¿alguna otra cosa que quiera señalar?

—Lo que decía al principio. Oviedo tiene una ventana de oportunidad abierta en este momento hacia el futuro y depende de nosotros el aprovecharla, de dar ese impulso hacia la segunda mitad del siglo XXI o quedarnos anclados en una forma de hacer ciudad que ya está más que amortizada.