La mayoría opositora de la Asamblea Nacional venezolana aprobó esta semana en segunda discusión la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional. Con ello dio cumplimiento a uno de sus principales compromisos electorales pero no implica forzosamente que los 5.000 potenciales afectados vayan a beneficiarse de ella de inmediato. Maduro y los suyos han reiterado su negativa a aplicarla. Ellos son lo que ostentan, de momento, el poder real.
JULIO Á. FARIÑAS