Los nacionalistas dicen que el Gobierno se pliega a los intereses de la empresa y Bruselas, mientras los populares gallegos no creen que vaya a reactivar el empleo y la economía
La reforma pretende reducir la temporalidad, reequilibrar las fuerzas en la negociación colectiva y dar mecanismos de flexibilidad a las empresas en crisis para que preserven el empleo